Miguel Urbán: “No queremos un Podemos moderado” PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Entrevistas
Escrito por Diario Público   
Viernes, 23 de Septiembre de 2016 00:00

Entrevista a Miguel Urbán

No quiere suavizar el tono discursivo, dejar que Podemos se camufle más entre otros partidos con representación parlamentaria, que su formación se vuelva más moderada. El eurodiputado y co-fundador del partido morado, Miguel Urbán (Madrid, 1980) quiere retomar la conexión con los movimientos sociales y las plazas, recuperar parte de la esencia de un Podemos menos adaptado a las instituciones que teóricamente pretende cambiar.

Urbán es la figura más visible de entre los más de 300 simpatizantes, cargos institucionales y cuadros del partido que impulsan Reinicia Podemos, una propuesta para renovar la dirección de Podemos en la Comunidad de Madrid que dio sus primeros pasos este domingo. Recupera a algunos de los integrantes de la primera iniciativa para liderar Podemos en la Comunidad de Madrid encabezada por el europarlamentario en 2015 -perdió las primarias contra Luis Alegre, secretario autonómico en funciones-, y saca pecho por la “pluralidad” de una iniciativa que suma a nombres que hasta la fecha no se habían visto vinculados con Anticapitalistas, la corriente en la que se integra el cofundador del partido.

En esta ocasión Urbán asegura no tener claro si se presentará como candidato,y no descarta dar un paso atrás si los rostros más visibles de las iniciativas más conocidas, Rita Maestre (Proceso Adelante) y Ramón Espinar (Podemos Escucha) aceptan adoptar parte de sus propuestas. Durante semanas se ha especulado con que Urbán finalmente sumará fuerzas a Espinar, considerado como el más afín al secretario general, Pablo Iglesias, pero el eurodiputado insiste en que no hay nada escrito. El requisito indispensable para lograr un pacto: la promesa de “enterrar Vistalegre”, la Asamblea Ciudadana estatal en la que se dibujó la estructura del actual Podemos, la “maquinaria de guerra electoral” que hoy considera “fracasada”.

¿De qué trata el proyecto que presentaron el domingo 18 y cuál es su papel en él?

La idea era lanzar un encuentro para empezar a vertebrar los 11 textos que hay que desarrollar para la Asamblea Ciudadana. La mayoría de las caras que se han presentado hasta ahora lo han hecho sin ningún tipo de ideas políticas ni proyectos detrás, y otros sólo han planteado cinco ejes de trabajo. Nuestra idea es poner encima de la mesa debates políticos que creemos esenciales, no sólo para Madrid sino para el conjunto de Podemos. Se abre un nuevo ciclo político, la maquinaria de guerra electoral ha fracasado; hay que reiniciar, hay que hacer balance para poder construir una organización que se adapte a esa nueva realidad

Habla de cinco ejes… ahora mismo lo poco que se conoce sobre estas propuestas es que comparten esos ejes: importancia de feminizar la política, descentralización…

¿Qué les diferencia de Reinicia Podemos? ¿Qué aportan sus documentos?

Se están empezando a hacer, pero ya tenemos una serie de ideas fuerza. La primera es que no queremos un podemos moderado. No se han moderado los recortes, los desahucios, la desigualdad, por lo que nosotros no nos podemos moderar ni podemos moderar nuestras propuestas. El momento de mayor éxito de la organización, si nos circunscribimos únicamente a las encuestas, se produjo cuando existía el Podemos más impugnatorio, más irreverente. Ese Podemos que recogía las reivindicaciones de las plazas y las calles. Queremos recuperar justamente eso.

 ¿Cómo se hace?

No hay una fórmula mágica, pero mira la campaña del 20-D. Cuando Pablo apela a la memoria del 15-M, a la memoria de las movilizaciones, empezamos a remontar en las encuestas. Hay que recuperar la confianza, hay que conseguir que la gente no sólo pueda confiar en nosotros, sino que también vuelva a confiar en sí misma para cambiar las cosas, y para eso hay que presentar un proyecto nítido. Nuestro proyecto es antagónico al de [Cristina] Cifuentes, pero también al de [Ángel] Gabilondo. Creo que hay gente que se ha querido confundir con un PSOE más amable, con un PSOE como el de Gabilondo.

¿A quién se refiere?

Hay diferentes variantes. Por ejemplo creo que el perfil que hemos llevado a la Asamblea con nuestras portavocías en torno a esto no ha sido suficientemente antagónico ni diferenciado con el PSOE de Gabilondo, aunque no es cuestión de nombres, sino de discurso. El gran peligro que tiene Podemos es ser un partido más, adaptarse. Nacimos para transformar las instituciones y ponerlas al servicio de los intereses las mayorías sociales y las clases populares, no para que entre un señor con rastas, que estupendo, guay, o para que entre gente más joven. Eso se llama recambio de élites, y yo estoy por el cambio.

¿Cómo se hace eso desde la CAM? ¿Cómo convencerían a los simpatizantes de que les votaran para volver al Podemos originario?

No quiero volver al Podemos originario, pero sí hay que recuperar ciertos elementos. Podemos nació como movimiento popular y Vistalegre intentó convertirlo en partido. El reto es dejar de ser tanto un partido y ser más movimiento. También hay que abordar otros debates: ¿Queremos que Unidos Podemos sea simplemente una marca electoral? En la Comunidad hay que plantear una mesa de unidas y unidos Podemos, lo que no podemos hacer es que todo se vuelva a decidir por arriba y en despachos.

¿Se va a postular para la secretaría general?

Ahora no toca. Ahora toca hablar de política y no de nombres, aunque hay gente que prefiere hablar de nombres para no mirar y no hacer balance de lo que ha supuesto su andadura en la dirección autonómica. Cuando tengamos los documentos, si la gente lo estima oportuno, los defenderé. Si al final me presento se decidirá como lo hemos hecho siempre, en una asamblea con la gente que ha participado en estos documentos.

En lo que le atañe a usted exclusivamente, ¿cuándo va a tomar una decisión y de qué depende?

Dependerá de si llegamos a acuerdos políticos con otros textos, de si se pueden o no fusionar nuestros textos con los de Podemos Escucha, Proceso Adelante u otros. Tenemos de plazo hasta el 23 de octubre para presentarlos en los círculos, habrá una decisión antes.

 ¿Ha habido algún contacto con los grupos que ha mencionado? ¿Tienen algo acordado con alguno de ellos?

No

¿Es posible llegar a un acuerdo y que usted dé un paso a un lado para apoyar la iniciativa de Espinar? ¿Y la de Maestre?

Sí a ambas.

¿Cuál le gusta más?

El problema es que ninguna ha presentado políticas [ríe]. Cuando veamos sus propuestas encima de la mesa podremos hacernos una idea, antes es complicado. Nosotros sí hemos avanzado propuestas políticas; estamos en contra, por ejemplo, de que el PSOE entre en el Ayuntamiento de Madrid. Me gustaría saber qué opinan dentro de ambos procesos sobre esto, y Rita precisamente es la portavoz del Ayuntamiento. Y hay otro elemento fundamental: voy a pactar con quien esté de acuerdo con enterrar Vistalegre.

¿En qué sentido?

Todos estamos de acuerdo en que Vistalegre, en gran parte de lo que supone, no ha funcionado. Hay que rescatar lo que ha podido funcionar, porque si una organización que hace tres años prácticamente no existía ahora tiene 71 diputados es que algo habrá funcionado. El problema de Vistalegre es que fue una cuestión muy conservadora en lo organizativo que tenía miedo al desborde ciudadano. Tenemos que recuperar el desborde ciudadano, el empoderamiento, la posibilidad de construir poder popular por abajo, las movilizaciones.

¿Qué herramientas plantean utilizar?

Hay varias, empezando porque para enterrar Vistalegre tendríamos que restringir el número de cargos internos a uno por persona. No podemos tener direcciones políticas controladas por los cargos institucionales, y esos dirigentes no deben estar también en distintos niveles de mando. Hay que dar cancha a otra gente, y hay que acabar con la idea del secretario general que hemos tenido hasta ahora. Creo que hay que quitarle poderes al secretario general y repartirlos entre el Consejo. Y hay que generar contrapesos a la secretaría general.

¿El debate en Madrid va a ser uno de los puntos de partida para el próximo Vistalegre? ¿Cuándo debería celebrarse la próxima Asamblea estatal?

Madrid está abriendo en cierta medida el debate de Vistalegre. Lo está abriendo, pero no lo va a cerrar, ni muchísimo menos. Y la Asamblea debe celebrarse cuando se aclare el escenario político, porque hay que debatir sin la presión de lo electoral encima, o estaremos supeditando todo el debate y fiando todo a lo electoral.

¿Qué le pareció el cruce de tuits entre Iglesias y Errejón en Twitter este martes? ¿Es conveniente mantener este tipo de debates en público durante un proceso electoral?

Sí, creo que es conveniente debatir de política, y por primera vez se estaba teniendo un debate políticamente interesante. A lo mejor Twitter no es el mejor modelo pero creo que todos los debates siempre han sido públicos en Podemos. No era un problema de poder, sino de línea política. Debatían sobre el Podemos que queremos y necesitamos, uno que seduzca a los que no están, que sea más amable y más moderado, u otro modelo, que es el que planteaba Pablo, más impugnatorio y que pudiera dar miedo a los poderosos. Evidentemente yo me quedo con éste. Para mí dar miedo a los poderosos significa hacer una auditoría de la deuda, o hablar de expropiación cuando las eléctricas no cumplen. No podemos mantener 8 millones de pobres energéticos en este país mientras nos han estafado más de 50.000 millones con el rescate bancario.

¿No le parece que esto le acerca a las posiciones que defendía Iglesias recientemente, y por tanto a las de Espinar?

En el sentido de que es el proyecto que más gusta al secretario general.

Me gustaría escuchar a Espinar defendiendo estas propuestas. Si Espinar defiende estas propuestas nos podríamos entender, lo cual estaría muy bien porque supondría que lo que llevamos mucha gente diciendo mucho tiempo no era tanta locura.

Irene Montero aseguraba este miércoles que las diferencias en Podemos hacen referencia al modo de relacionarse con el PSOE. ¿Es ése el debate interno en Podemos ahora?

No sólo es sobre cómo se relaciona uno con el PSOE. Le doy la razón en que es importante cómo es la relación con el PSOE y con el eje Ciudadanos, pero creo que también hay que diferenciar entre el Partido Socialista y la bases. Sigue habiendo un sector muy importante de la población que le atribuye un significado a la palabra socialista, que identifica con un modelo de sociedad, y quiero disputar esa palabra.

Creo que alguien como Pedro Sánchez no se podría llamar socialista, como tampoco puede hacerlo [François] Hollande. Hay que disputarles ese espacio político.

Distintos dirigentes, de Montero a Errejón, pasando por Iglesias, acusan a los medios de comunicación de crear una imagen de división interna que no se corresponde con la realidad cuando mantienen cruces de mensajes como el del miércoles. En su opinión, ¿cómo debería explicarse algo así?

Primero habría que hacer autocrítica, porque a lo mejor no nos explicamos bien. Segundo, no podemos obviar que los medios de comunicación están atravesados por intereses económicos y políticos que explican sus diferentes lecturas. La tercera cuestión es que a veces la falta de cultura política hace que los debates se magnifiquen como batallas internas. Batalla interna es lo de [Guillermo Fernández] Vara y Susana Díaz con Pedro Sánchez, lo que hizo [Esperanza]Aguirre con [Alberto Ruiz] Gallardón y [Mariano] Rajoy, eso son batallas internas por el control de la organización. Hay que naturalizar los debates políticos.

------------

Fuente: Público