Una sospechosa unanimidad Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Gregorio Morán   
Sábado, 22 de Julio de 2017 04:42

¿Acaso no se acuerdan cuando el PSOE de Felipe González se suministraba de fondos gracias a los corruptos presidentes venezolanos? Carlos Andrés Pérez, por ejemplo.

Puestos a comparar. Dígame en qué supera la estupidez, Donald Trump o Nicolás Maduro. Con una diferencia notable. Maduro puede causar destrozos por su incompetencia en el manejo del gobierno, pero Trump nos puede llevar a todos al abismo, con su cara de idiota y su desvergonzada manera de manejar sus negocios en paralelo al potencial bélico de la primera potencia del planeta.

En verdad no entiendo cómo es posible el doble rasero de los analistas, no digamos de los medios de información, entre un tipo que se debate por salir del atolladero en el que ha ido metiendo a su país, y la benevolencia con la que tratamos a quien está llamado a ser el mayor irresponsable de la tierra, dejados aparte sus negocios. Nunca país tan grande ha caído más bajo. Puesto a liquidar lo que fue un imperio han elegido a Calígula, pero en esta ocasión ha sacado a los caballos y los ha sustituido por su familia, cosa que no aventura nada bueno. El caballo es animal noble y estos parecen haber sido formados en una escuela del presidio para familias sin principios.

Por qué nos ensañamos con Maduro, de quien he de admitir que cada vez que habla se me ponen los pelos como escarpias, y no por el acento simpático y agresivo venezolano, sino por su congénita torpeza. Pero qué decir del otro mocho de pelo amarillo, salido de un concurso de frustrados amantes del Elvis Presley, cuando el rey del rock estaba para jubilar o entrar en un psiquiátrico. Un empresario, dicen, que vivió siempre de la trampa y la extorsión, legal en términos norteamericanos, por supuesto.

Esa escandalosa y hasta pornográfica manipulación. Yo desearía que no hubiera ningún preso político, porque de estar en Venezuela sería uno de ellos. Pero conviene que recuerden que hay más presos políticos, detenidos y sin esperanza de juicio a medio plazo, en los Estados Unidos. Desde Guantánamo hasta Wyoming. Y esperen el desarrollo del Gobierno Trump y tendrán una variante no muy estudiada en la ciencia política, “la dictadura democrática”.

Nadie, que yo sepa, se ha preocupado por seguir los pasos financieros e inversores, especialmente en Madrid, de los opositores a Maduro. Algunos auténticos gansters financieros que alimentan bufetes capitalinos de postín. Yo soy mayor y los viajes promocionales de Lilian Tintori, en nombre de su esposo, dentro de toda sospecha, Leopoldo López, me llenan de inquietud. Por nuestra simpleza y porque no tenemos agarraderas informativas que nos den pistas de lo que está ocurriendo en Venezuela, el país que desde hace décadas es un polvorín lleno de muertos anónimos.

¿Acaso no se acuerdan cuando el PSOE de Felipe González se suministraba de fondos gracias a los corruptos presidentes venezolanos? Carlos Andrés Pérez, por ejemplo. Les costará en Google o en la wikipedia salir de Maduro. El pasado apenas aparece. Ni siquiera lo que siguió a la dictadura, y esa sí que era de verdad, de Pérez Jiménez.

Estamos asistiendo impasibles a la degradación de la información y nadie osa comparar a Maduro, un impresentable, con Trump, un chorizo. Me sigue dejando frío esa invención de la ciencia política para bachilleres y aspirantes a tigres bancarios. El populismo. ¿Es Maduro más populista que Trump? En definitiva, qué es el populismo. ¿Franco? ¿Mussolini? ¿El tándem Perón-Evita?

Se nos han roto los esquemas pero las manipulaciones tienen el efecto de un bálsamo ideológico. Definimos, sin conocer el qué y el por qué, y luego aceptamos las manipulaciones con una fe de carboneros. ¿Mariano Rajoy es un populista o un reaccionario? Si usted tiene valor y jeta, explíquemelo. ¿Cuál es la diferencia? ¿Roban menos? ¿Besan a más niños en las campañas? ¿Los bancos dejan de prestarles con sustanciales beneficios sus prebendas?

Nuestro mundo está encajonado, quizá por primera vez en su historia, en que nadie se pregunta nada, pero tiene respuestas para todo.

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Fuente: Bez