El compositor cántabro Eduardo Rincón dirigió el PCE en Asturias de forma clandestina en 1960

La Brigada Político Social no quiso irse de vacío aquella noche del 1 de septiembre de 1939 cuando irrumpió en el domicilio familiar de Santander para llevarse a su hermano.

Y como no estaba, apresaron al pequeño de la familia. El compositor Eduardo Rincón tenía entonces 15 años y tras conocer de primera mano los horrores de la represión franquista, tomó la determinación de luchar contra la dictadura desde su militancia en el PCE.

Años después, y como clandestino, llega a Asturias, una etapa que aparece recogida en Cuando los pasos se alejan , su libro de memorias (Ediciones La Bahía). La dirección del Partido le envía desde Francia para reconstruir una organización descabezada desde que Horacio Fernández Inguanzo y Mario Huerta se ven obligados a huir de España. "La dirección anterior había caído por culpa de un infriltrado", comentó ayer Rincón a LA VOZ DE ASTURIAS.

Cuando echa la vista atrás no ahorra críticas hacia la cúpula del PCE, por aquel entonces liderada por Santiago Carrillo, su secretario general. "Era muy bonito dirigir el Partido desde el exterior sin conocer los problemas del interior", apunta Eduardo Rincón. Su etapa clandestina en Asturias es corta. Apenas un año hasta su detención. Pero intensa. "Cuando me encomendaron esa misión, tuve la sensación de que venía a un sitio vital. Los mineros respondían estupendamente, eran grandes luchadores. Estaban acostumbrados a jugarse la vida y como lo pasaban mal, pues luchaban", recuerda.

Instalado en Gijón donde tenía que cambiar de pensión sin cesar para evitar ser detenido, Eduardo Rincón pudo levantar de nuevo la estructura del Partido. "El aparato de propaganda lo instalamos en Mieres, donde teníamos más fuerza, lo mismo que en Sama".

Las huelgas del 62 aún estaban lejos, pero el ambiente ya apuntaba hacia aquella histórica protesta. Eduardo Rincón recuerda que por aquel entonces en Asturias "la gente estaba muy consumida y cabreada, pero cuando le planteé el asunto a Carrillo, se cabreó muchísimo. Su plan era la huelga general pacífica y quería parar aquel movimiento, explica. Rincón asegura que no hizo caso al entonces máximo responsable del PCE. "Mi argumento era que los que debían dirigir aquello eran las bases", apunta este luchador antifranquista, quien asegura que, en aquel momento, "yo no perseguía la implantación del comunismo, sino luchar contra Franco para librarnos de aquella salvajada".

Pero Rincón fue detenido por la Guardia Civil. Eso lo libró de caer en poder del comisario Ramos, jefe de la Brigada Político Social. "Fui una pieza codiciada para él, incluso pidió permiso para interrogarme. Y lo hizo. Rincón recuerda que Ramos "intentó saltar sobre mis pies con los tacones de sus zapatos. Pero yo me reía". Fue condenado a 20 años. al final cumplió cinco, parte de ellos en Oviedo, donde amplió sus estudios de música. Hoy ansía ver estrenada en 2012 la ópera sinfónica Reportaje . Estará dedicada a sus años en las cárceles franquistas y será un homenaje a su amigo, el fallecido poeta José Hierro, con quien compartió prisión.

-----------

Fuente: La Voz de Asturias