Colau y Carmena homenajean al Madrid que resistió al franquismo Imprimir
Nuestra Memoria - Noticias
Escrito por MDO/E.P.   
Jueves, 05 de Abril de 2018 03:07

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha acompañado este martes a la regidora Manuela Carmena en la inauguración en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor de la muestra ‘No pasarán, 16 días en Madrid de 1936’, organizada por el Consistorio. Colau ha defendido que la capital conmemore cada año “con los máximos honores” aquel levantamiento en defensa de la República y contra la invasión franquista.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha defendido que “es imposible ser demócrata y no ser antifascista”. Lo ha hecho en la presentación en Madrid de la exposición ‘No pasarán, 16 días en Madrid de 1936’, donde se ha emocionado y entregado un cartel de la época a la regidora de Madrid, Manuela Carmena.

Colau ha señalado que la “gesta épica de la batalla de Madrid” no es un tema puramente académico sino que es “una cuestión de justicia y memoria con los abuelos y abuelas, con los padres y madres que lucharon por la democracia y contra el fascismo”.

La batalla de Madrid es un “ejemplo de resistencia y una referencia en la lucha de la población bajo el lema ‘No pasarán”, ha asegurado. Por eso, ha indicado que la batalla de Madrid “debería estudiarse como asignatura principal en todas las escuelas y debería celebrarse todos los años con los máximos honores”.

Muestra de la Oficina de Derechos Humanos

Por su parte, Carmena ha destacado que el pueblo de Madrid luchó en 1936 “por la democracia desde la legalidad porque fueron otros las que la rompieron”.

Fotografías, carteles, películas y documentos inéditos darán forma desde abril esta muestra que durante tres meses tomará la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor, narrando los 16 días de noviembre de 1936 en los que el pueblo madrileño se levantó contra las tropas sublevadas, “contra el fascismo” y “por la libertad”.

La exposición, en la que los protagonistas son los ciudadanos anónimos, es la primera gestionada directamente por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria del Ayuntamiento de Madrid.

Carta inédita de Franco

Fotografías, documentos inéditos como una carta manuscrita de Franco con tono amenazante dirigida al pueblo de Madrid para que se rindiera, carteles y hasta las películas que se proyectaban en los seis cines que seguían operativos -todo cine soviético menos una excepción, el hit de la época ‘Morena clara’, con Imperio Argentina- dan vida a la exposición, que puede ver desde hasta el 1 de junio de 10 a 20 horas en la Sala de Bóvedas.

La exposición, organizada por la oficina que dirige el tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente, muestra por primera vez una escultura en bronce de un joven miliciano, El Madriles, realizada en yeso durante la Guerra Civil por el escultor Josep Viladomat, que será comprada por el Ayuntamiento de Madrid para el Museo de Historia de la Ciudad.

Otro de los puntos de atracción de la muestra son los documentos inéditos, como el firmado de su puño y letra por Franco el 29 de octubre de 1936. “Españoles: se acabó el engaño. Las fuerzas nacionales están a las puertas de Madrid. Si conscientes de vuestra situación entregáis las armas y os sometéis sin resistencia, os prometo una justicia serena; y, si por el contrario, persistís en el error que empeña la lucha, no pueden calcularse las proporciones del castigo”, amenazaba.

La huida del Gobierno

La muestra hace un recorrido por lo que vivió Madrid desde el 7 de noviembre y durante 16 días del de 1936, cuando se convirtió en el principal frente de batalla de la Guerra Civil, momento en el que el bando rebelde recibe la orden de asaltar la ciudad, el pueblo de Madrid resiste y el gobierno de la República abandona la capital para instalarse en Valencia.

El 23 de noviembre, con ambas tropas al borde de la extenuación, Franco decide que Madrid deje de ser objetivo militar preferente, renuncia por parte de los sublevados que supuso una victoria para los madrileños y madrileñas de la que da cuenta la exposición, que no hace una narración cronológica de los hechos sino que se estructura en 16 unidades temáticas, una por cada día de batalla, que va desde la lucha hasta la fortificación, los bombardeos o la solidaridad.

“Por mucho que Durruti viniera a Madrid o por muy importante que fuera el papel de Miaja o Rojo es el pueblo de Madrid, sus barrios, sus hombres, sus mujeres, sus viejos, sus jóvenes los que dan la cara por la República y por la defensa de la libertad”, ha explicado uno de los comisarios de la muestra, Gonzalo Berger.

Tania Balló, también comisaria, ha explicado que con esta exposición se busca reconciliar al madrileño con su historia porque “Madrid tiene que dejar de ser la ciudad franquista por excelencia para convertirse en referente de la libertad y del ‘no pasarán’.

Reivindicación feminista

Es el espíritu de carteles como los que se pueden ver en la Casa de la Panadería, con lemas como ‘Resistir es vencer’ o la mítica imagen del cartel con el lema republicano ‘No pasarán. El fascismo quiere conquistar Madrid. Madrid será la tumba del fascismo’, colgado en la calle Toledo, a la entrada de la Plaza Mayor. La frase saltaría a la historia con el discurso de Dolores Ibárruri, La Pasionaria.

Las imágenes de la exposición sirven para demostrar el papel que desempeñaron las mujeres milicianas en la batalla de Madrid o cómo era la vida en los 16 días de asedio, con las barricadas en Gran Vía, un listado por días con el nombre, apellidos y edades de todos los muertos por bombardeos, elaborado por el Ayuntamiento de Madrid del 36 y otro con los sublevados que, de camino a la Modelo de Valencia, fueron ajusticiados en Paracuellos del Jarama.

Este documento es inédito y los comisarios lo han obtenido del archivo de la Cruz Roja de Génova. Entre las fotografías destaca la de la madre despidiéndose entre lágrimas de sus hijas, subidas a un camión que las sacaría de Madrid durante el asedio.

En la Casa de la Panadería también ha dado voz a lo que ocurrió esos 16 días un miliciano, Santos Cortés Esparraguera, que entonces tenía 15 años. “Íbamos casi por libre y no había armamento. Teníamos que esperar a que alguno resultara herido o muerto para quedarnos con su fusil”, ha relatado a los periodistas. Él resultó herido en la pierna izquierda en la contienda y acabó en un campo de concentración en Francia como prisionero.

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Fuente: Madrid diario