Se cumplen cuarenta años del crimen del malagueño sindicalista, asesinado en la histórica manifestación por la autonomía andaluza. La familia de Manuel José García Caparrós no ha tenido aún acceso al sumario.

La escena ha quedado nítida en la memoria de Loli. Aunque hayan pasado cuarenta años. Nunca olvidará. No puede. “¿Dónde está Manuel? La Policía ha venido a casa y le decían a mi padre que había tenido un accidente”. Loli García Caparrós tenía solo doce años aquel trágico 4 de diciembre. Su hermano mayor, Manuel José, no había muerto en ningún accidente de tráfico. Una bala de 9 milímetros le había atravesado el cuerpo en la manifestación por la autonomía andaluza, que se había celebrado aquella misma mañana. El disparo de varios agentes de la Policía Armada habían terminado con su vida en menos de dos horas.