Vitoria, 3 de marzo: dignidad y mezquindad PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - La Transición
Escrito por Josean Bueno   
Jueves, 03 de Marzo de 2016 03:47

Quienes, aun siendo niños, vivíamos en Vitoria el 3 de marzo del 76 recordamos con claridad ese día, el día dramático en el que la policía tiroteó a la gente, a trabajadores en huelga. La tensión, la conciencia de que era un día histórico y terrible, estaba en el ambiente. Y todos los años lo seguimos recordando, entre otras cosas por la voluntad decidida y organizada de que aquello no se pierda en el olvido. Dos reflexiones y un video estremecedor (“Campanades a morts”).

 

LA DIGNIDAD DE LA LUCHA. Me parece fundamental conocer los hechos previos al 3M, pues hay mucho que aprender de ellos. El proceso de lucha obrera de aquellos meses es interesante: trabajadores de diferentes empresas que se coordinan para ofrecer un frente común y negociar para todos y todas mejores condiciones: 40 horas semanales, aumento lineal en el sueldo, mejoras en la situación de enfermedad… Hoy nos están llevando justo hacia lo contrario, debilitando la negociación colectiva, buscando que ni siquiera el mismo convenio cubra a quienes trabajan en la misma empresa; quieren que las condiciones laborales sean un acuerdo particular entre empresa y trabajador, donde está claro quién es el más fuerte. La clase trabajadora tiene su fuerza en la solidaridad y en la lucha: así lo entendió la mayoría sindical vasca al comienzo de esta crisis (o es una estafa?) y respondió con huelgas y protestas. Si los sindicatos mayoritarios europeos y/o españoles hubieran tenido esa dignidad, con disposición de lucha, seguramente tendríamos hoy un panorama diferente.

 Y LA MEZQUINDAD DE ALGUNOS. El recuerdo del 3M parece ofender a algunos; el PP ha tenido como presidente de honor al máximo responsable político de la matanza (el entonces ministro de Interior Manuel Fraga), y se ha negado a participar en ningún reconocimiento al cantautor Lluís Llach (autor de la impresionante “Campanades a morts”, compuesta bajo el shock de la impresión causada por los hechos de Vitoria). Y el PsoE, cómo no, ha protagonizado un episodio lamentable, negándose finalmente a que se reconozca a Lluís Llach como hijo adoptivo de la ciudad (propuesta ciudadana que el alcalde Urtaran había aceptado), rechazando así lo que su representante en la junta de portavoces había dado por bueno. No nos cabe duda de que la militancia independentista de Llach es la causa directa de este veto que se ha impuesto.

Las palabras de Llach al introducir “Campanades a morts” en el acto del 30 aniversario del 3M pueden ser otro de los motivos por los que el PsoE no está dispuesto a reconocer a Llach. Estas son, y dan paso a la interpretación del tema en este video:

  • sabemos que aquello fue un acto de terror del estado ejecutado por aquellos que se llaman fuerzas del orden estatales, con mandos estatales, con responsables políticos ministeriales, algunos aún vivos; todos lo sabemos perfectamente
  • lo que yo no podía imaginar aquella noche cuando empecé a componer las “campanades”, es que después de 30 años nosotros haríamos el sustitutivo del  olvido que ha hecho este estado, sean cuervos o bambis los que gobiernan, no han pedido perdón, no han reconocido los hechos
  • ellos, los responsables que hoy gobiernan piensan que con el tiempo parará; en esa canción hay unas palabras que creo que serán ciertas: les perseguirán nuestras memorias para siempre

Campanades a Morts - Lluís Llach

Ver el vídeo

 

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Fuente: Gara