En este abril republicano es oportuno este pequeño homenaje en el recuerdo del gran periodista  Eduardo Haro Tecglen. El niño republicano (UCR). 

Alguien me dio una flor roja, algunos me saludaron de una manera especial en Chamberí, alguien me dio un beso en la boca y en muchas ventanas vi banderas republicanas. También leí algunos artículos enfadosos. Claro que no tienen por qué comprender lo que fue la república del 14 de abril: no sólo la derribaron y la desangraron, sino que violaron a la Niña, como la llamaban los republicanos.

Es fácil entender lo que fue, o lo que quiso ser; la rotura de una barrera histórica de los grandes señores, guerreros y cardenales, la entrada a raudales de todo el ideario de la libertad; fueron los millares de escuelas, el nuevo concepto de la pareja y del amor, los sindicatos de trabajadores, la poesía suelta, la esperanza abierta. Iba a ser la reforma agraria, iría a ser el gobierno de todos frente al del monarca. Tan sencillo... Bueno, tantas cosas eran que la asesinaron. Se puede saber fácilmente quienes: hoy se oyen sus voces, sus insultos, sus amenazas, sus mentiras. Quienes oímos entonces aquellas las reconocemos fácilmente: son ellos, son ellos mismos.

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Eduardo Haro Tecglen (Pozuelo de Alarcón, Madrid, 30 de junio de 1924 - Madrid, 19 de octubre de 2005) fue un periodista y ensayista español. Fue autor de más de 25.000 artículos, Trabajó en diversos medios de comunicación, fundó la revista Triunfo y se incorporá a la redacción de El País en la Transición . De ideología republicana, subsistió en una especie de "exilio interior" en España. En su labor periodística más temprana escribió muy fervorosos artículos a favor del régimen franquista, como la oda al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, "Dies Irae". En el capítulo "El niño fascista" de su libro "El refugio", Eduardo Haro Tecglen justifica estas acciones por una cuestión de supervivencia, e indica que en su fuero interno sentía que no estaba siendo el autor de su propia vida, que su verdadera vida (según el autor) le había sido robada con la caída de la República, la condena de su padre y la negación de sus títulos estudiantiles. Que se vio obligado a vestir el uniforme falangista para salvar a su padre de la condena a muerte

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Artículo publicado en El País el 14 de Abril de 2005

Fuente: http://www.eduardoharotecglen.net/blog/archives/2005/04/barra_libre_aqu_4.html