“Tocando fondo” (El desafío de echarse al monte) PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - La Guerrilla antifranquista
Escrito por Francisco Pérez Terrón / UCR   
Martes, 05 de Marzo de 2013 00:00

El sujeto de este libro es el proceso de evolución y transformación de un hombre desde unas ciertas posiciones morales y políticas hasta situarse en la trinchera contraria.

La novela empieza diciendo: “Puesto que se había decidido atacar sobre el pantano de Orbaiceta había que poner manos a la obra”. La minuciosa descripción de las actividades guerrilleras proporciona al relato el interés de la intriga y constituye el hilo conductor. Se narra la existencia histórica de un maquis en los años sesenta, prácticamente desconocido.

 

La Dictadura había logrado afianzarse en el poder absoluto y tenía los medios para aniquilar aquel intento armado y hacer que el ataque a la central eléctrica de Orbaiceta o el descarrilamiento de un convoy ferroviario internacional de veinticuatro unidades cerca de Canfranc, fuese escamoteado a la información de la prensa nacional.

Durante las caminatas en silencio y las noches oscuras, el protagonista tiene mucho tiempo para pensar en lo que lo ha arrastrado a esta aventura de echarse al monte. Cada situación evoca el recuerdo de su pasado, desde su niñez hasta su incorporación y actividad en el maquis. Una guerrilla que en principio iba a estar a las ordenes directas de “El Campasido”, pero que, tras la deserción de este, fue puesta en marcha por los grupos guerrilleros que la formaban, bajo las ordenes del comandante Roberto López.

El fusilamiento del padre del protagonista por un grupo de milicianos anarquistas, en los primeros días de la Guerra Civil es, al mismo tiempo, un punto de partida y el primer contacto con la muerte, que es cuando los humanos tocamos fondo.

Durante su primera juventud, el protagonista de la narración, traba amistad con un muchacho al que también le habían fusilado a su padre, pero esta vez eran los esbirros de los sublevados los que perpetraron el asesinato. El choque de aquel descubrimiento abre la puerta a reflexiones que no había podido imaginar antes.   

Se daban dos circunstancias curiosas: una, que los dos fusilamientos tuvieron lugar el mismo día y otra, que los tópicos y criterios que el protagonista va asimilando por la influencia de su entorno social, calificando de crimen el fusilamiento de su padre, un honesto abogado de clase media, se podían aplicar al padre de su amigo que era un honesto Catedrático de la universidad de Granada. Algo había en la distinta clasificación política que se hacía de ambas muertes, que no cuadraba.

Nuestro hombre, tras cursar estudios en la Escuela Oficial de Periodismo, trabaja dos años en el diario “Pueblo” de Madrid. Más tarde se clasifica en un concurso del Ministerio de Exteriores y obtiene un destino de Adjunto de Prensa en la embajada de Oslo.

Durante siete años trabaja a las órdenes de un Embajador que había llegado a Noruega (una Embajada de poco rango) como represalia por anteriores actuaciones diplomáticas que no gustaron a Serrano Suñer ni al Ministro de turno, Felix de Lequerica. Entre el Embajador y el Adjunto de Prensa se establece un trato de mutua comprensión y amistad.

Por otro lado, un íntimo amigo de nuestro protagonista, Mariano G. Landa, es nombrado Ministro de Información del Gobierno Republicano en el Exilio, quien propone a su amigo que deje le Embajada y se traslade a Paris, donde trabajaría como Jefe del Gabinete de Prensa del Ministerio. Allí pondrán en marcha un viejo sueño de ambos, creando una Agencia de Prensa para dar difusión a las actividades de los distintos sectores de la oposición clandestina a la dictadura. Así es como rueda el destino hasta que el hijo de un fusilado por los anarquistas, con el achaque de cubrir la información, se convierte en guerrillero antifranquista.

A lo largo de la narración se van sucediendo las acciones guerrilleras que le dan cuerpo a la historia, hasta que, acosados por una fuerza treinta veces superior, se ven obligados a repasar la frontera y entregarse a la gendarmería francesa.

La progresiva evolución del protagonista se va produciendo por el contacto con otras personas de diferente ideario, el descubrimiento insólito de un importante lote de libros y las oportunas reflexiones.

Durante la actividad guerrillera, la muerte vuelve a hacer acto de presencia, lo cual entronca con los recuerdos del niño que la conoció el día que fusilaron a su padre.

 

 


Francisco Pérez Terrón nace en Motril (Granada) en 1926. Inicia los estudios de derecho en la Facultad del Sacromonte de Granada, pero los abandona para matricularse en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Trabaja dos años en el diario Pueblo, hasta que concursa para agregados y adjuntos de prensa de embajada y es destinado a Oslo (Noruega) durante siete años. Abandona dicha embajada por voluntad propia y se instala en París como jefe del Despacho de Prensa del Gobierno Republicano en el Exilio, obteniendo el refugio político bajo la protección de la OFPRA. Participa en acciones de la última guerrilla que operó en España, en el Pirineo navarro y aragonés, y de regreso a París, trabaja para la editorial Ruedo Ibérico.

Tras un reciclaje profesional, ejerce de interiorista en París, además de colaborar como militante en Mundo Obrero e Información Española. De vuelta a España en 1976, se incorpora a Mundo Obrero, pero al cerrar esta cabecera como diario, vuelve a instalarse como interiorista en Madrid hasta su jubilación. En 1993 regresa a Motril, su pueblo natal, donde reside actualmente.

 

Granada. Presentación del libro, Tocando fondo, el jueves  14 de marzo de 2013 

Centro Cultural de Caja Granada. h20:00. Calle José Felipe Soto 1, Motril (mapa)

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TOCANDO FONDO.  PVP 18.00€

Ediciones Dauro

 

Autor:

Francisco Pérez Terrón
ISBN13: 9788496677708
Páginas: 293
Colección: Peripecia