La historia del primer "Niño de Rusia" que retornó a España PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - El exilio republicano
Escrito por Nueva Tribuna   
Jueves, 16 de Mayo de 2019 05:33

Tres mil niñas y niños, de entre cuatro y quince años, fueron evacuados a la Unión Soviética, durante la Guerra Civil española y quedaron aislados de sus familias. Son conocidos como los “Niños de Rusia”. ¿Qué fue de ellos? ¿Qué de sus padres y hermanos en España? ¿Qué de los que volvieron? ¿De los que quedaron, para siempre, allí?

Cada cual sería merecedor de su propio relato. Este nos lleva por el hilo conductor del periplo real de uno de ellos: Tino, el primero en retornar a España.

Pocos días antes del golpe franquista del 18 de julio de 1936,  con once años de edad,  salió de su casa de Oviedo, para pasar una quincena de vacaciones en la Colonia de Salinas; un campamento de verano en Avilés. No volvió a reencontrarse con sus seres queridos hasta cinco años y medio después.

Tras quedar aislado de su familia por el cerco de Oviedo, saldría, desde Gijón, en una épica navegación hacia el Mar Báltico con destino a la URSS. Allí viviría sus años de infancia y primera juventud. Combatiente voluntario del Ejército Rojo Soviético, en el frente de Karelia, fue hecho prisionero e internado en un campo de concentración finlandés, dirigido por los nazis, hasta su retorno a España.

El autor de esta excelente novela que refleja acertadamente la situación vivida tanto en Rusia como en España por los los niños de Rusia, es Pablo Fernández-Miranda de Lucas, hijo de Tino. El libro está prologado por Cayo Lara ex-coordinador general de Izquierda Unida y se presentará el próximo 24 de mayo en la librería Rafael Alberti de Madrid Calle Tutor 57 Madrid. Intervendrán Lola Larumbe, alma de la librería, Carolina García y el autor Pablo Fernández-Miranda de Lucas.

Su lectura previa por parte de algunos expertos ha motivado comentarios que se incluyen en la contraportada. Estos son algunos de sus párrafos:

¿Quién les iba a decir a aquellas madres que sus hijos crecerían en la orfandad de sus manos, en la ausencia de su amor, en la agonía de su recuerdo? ¿Cómo iban a saber aquellas madres que sus hijos volverían a estar sumidos en el horror, sufrirían el letal impacto de otras bombas y otra guerra, padecerían frío y hambre y muerte junto al pueblo que les acogió?

Dolores Cabra. Presidenta de la A.G:E. Asociación, Archivo de la Guerra y Exilio.

Para nosotros es muy importante que podamos conservar las memorias de  los ¨Niños de la Guerra¨- nuestros padres-  y posibilitar el conocimiento,  a todos, del pasado de ambos países- Rusia y España-

Centro Español de Moscú.

 

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Fuente: Nueva Tribuna