Porqué en Cádiz se redactó la Constitución PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - Cultura de la Memoria
Escrito por Joaquín Soler / UCR   
Miércoles, 27 de Marzo de 2019 04:41
A principios del siglo XIX en España reina Carlos IV, la dinastía de los borbones lleva casi cien años seguidos gobernado un amplio y vasto territorio. Los reyes se han ido sucediendo sin grandes reformas en la organización política del estado. Pero el siglo XIX tendrá a los españoles en armas hasta el final, empezará con la guerra de independencia, las guerras de liberación de las colonias, las sucesivas guerras carlistas y finalizará con la perdida de los territorios de Cuba y Filipinas.

El 27 de octubre de 1807 Manuel Godoy valido del rey y consejero de la reina, firma el tratado de Fontaineblau con el Emperador, que preveía una invasión conjunta hispano-francesa de Portugal, otorgándoles apoyo militar y logístico a cambio de una parte del territorio portugués para España. Esta era la parte escrita del documento. 

El general Junot cruza rápidamente la península y el 30 de noviembre entra en Lisboa, parte del Ejército español se desplaza e invade Portugal. El rey de Portugal y la corte se embarcan y huyen al Brasil. Las tropas francesas van entrando en la península, se instalarán en las diferentes ciudades y en las plazas fuertes más estratégicas. Esta ocupación amistosa alarma a la Corte que se traslada a Aranjuez por si tiene que dejar la península por vía marítima. El 17 de marzo se proclama el motín de Aranjuez, cae el gobierno de Godoy, abdica el rey Carlos IV y sube al trono su hijo Fernando VII. El 23 de marzo el mariscal Murat ocupa Madrid, restablece el orden y es recibido como un aliado de la corona. 

Se ha producido un vacío de poder por las constantes disputas entre Carlos y Fernando orquestadas por los franceses. Ambos solicitan respectivamente apoyo a Napoleón para sus pretensiones. Los convoca en Bayona, acuden y obtiene sus abdicaciones. Carlos IV a su favor y Fernando VII a favor de su padre, desconoce que su padre había abdicado. El Antiguo Régimen ha caído en España, Napoleón tiene la corona española en sus manos y la cede a su hermano José I Bonaparte. Se importará otro modelo de Estado, apoyado en el Estatuto de Bayona una carta constitucional bonapartista. El plan del emperador se ha cumplido, ha instaurado una nueva dinastía en otro país de Europa. 

La ocupación de las tropas francesas, el acuartelamiento de las tropas españolas, ocasiona el levantamiento en armas del 2 de mayo de 1808 en Madrid, fecha que será consagrada como hito del patriotismo del pueblo español. La represión posterior, el malestar y las noticias extienden los motines por diferentes partes del territorio y la sublevación de varias ciudades del Ebro, Castilla y Andalucía. Ante la indecisión de las autoridades surge una heroica insurrección popular, creándose en muchas provincias las Juntas de Defensa frente la invasión de las tropas y también las medidas revolucionarias de los franceses. 

La Junta Central será la que organizará la defensa militar y gestionará políticamente el territorio liberado. Después de numerosas derrotas militares la Junta abandona la meseta, se traslada a Sevilla y de allí a Cádiz. Convoca en 1810 las Cortes Generales extraordinarias del reino, la iniciativa es recuperar la asamblea como único instrumento de la legalidad vigente. En principio es una reunión estamental para organizar la vida pública en tiempos de guerra, pero progresara rápidamente hacía una revolución liberal. El debate se produce entre los que quieren restauran las antiguas Leyes fundamentales del reino y los que optan por los nuevos tiempos con la instauración de una Constitución. Influenciados por las constituciones redactadas en los Estados Unidos en 1787 y en Francia en 1791. 

Empiezan las reuniones el 21 de septiembre de 1810 en el Teatro de comedias de San Fernando, después se trasladan al oratorio de Sant Felipe Neri en Cádiz. Casi todo el territorio está en manos del gobierno afrancesado de Bonaparte. El resto de los territorios de la corona española fuera de la península, los virreinatos, están en estado de caos, confusión y vacío de poder, en ellos se crearán también las Juntas de defensa. Posteriormente finalizada la guerra servirán como plataforma para sublevarse y levantarse en armas contra la corona española. 

Los diputados que acuden, han sido elegidos por el decreto de febrero de 1810, se habían convocado elecciones en la península, en todos los territorios americanos y asiáticos. En las zonas ocupadas por los franceses los diputados son elegidos en Cádiz. En estos momentos es quizás la ciudad más liberal de la península, esta circunstancia y la influencia liberal serán trascendentales para nuestra historia. 

Después de diferentes debates se decide redactar una Constitución. La elaboran 305 diputados, todos ellos hombres, con diferentes oficios: 94 eclesiásticos, 60 abogados, 55 funcionarios, 16 profesores universitarios, 2 médicos y 4 escritores. Casi todos de clase media urbana, pocos son nobles y comerciantes, sin ningún campesino ni artesano entre ellos. Están divididos en tres grupos, los realistas con moderados como Gaspar Melchor de Jovellanos, los 60 diputados americanos, algunos redactarán posteriormente las constituciones nacionales de las nuevas repúblicas, y los liberales, son los más jóvenes, están en minoría, pero son muy activos y conseguirán que se aprueben muchas de sus propuestas. 

Los debates serán en sesión abierta y pública, empiezan el 25 de septiembre de 1811 y terminan en enero de 1812. La ciudad esta asediada y bombardeada por las tropas francesas, defendida por la flota inglesa. Está superpoblada con refugiados que han llegado de toda España y padece una epidemia de fiebre amarilla. La tortilla francesa tiene su origen en estos días, no había patatas, las gallinas seguían poniendo huevos y la imaginación se impuso. 

En estos momentos existe una fluida comunicación entre los territorios americanos y la península, viajan: cartas, decretos, periódicos, el diario de sesiones de las Cortes, panfletos, correspondencia mercantil, canciones patrióticas, obras de teatro y poemas épicos.Navegan a bordo de los barcos españoles e ingleses. Se envía dinero desde los consulados de comercio, las explotaciones mineras, las haciendas de caña y de tabaco, recaudaciones patrióticas llegan a la Junta Central para distribuirlo y pagar la intervención inglesa, el armamento del ejército, las nuevas partidas de guerrilleros que se crean y organizan para hostigar a las tropas francesas. 

Si contempláis el mapa de la península de esos días es preocupante, el territorio controlado por la Junta Central es muy pequeño, solo controla: al norte parte de Asturias, Navarra y Vascongadas, al sur parte de Andalucía occidental, al este parte de Valencia y Murcia, al oeste parte de Extremadura y Castilla, al centro la zona Este. Pese a las dificultades del momento se sigue adelante. La revolución iniciada en 1808 con carácter totalmente peninsular, ya en 1812 adquiere un carácter nítidamente hispano, incluía todas las zonas geográficas que componían España: la americana, la asiática y la peninsular. El grave conflicto creado por la guerra fraguará la identidad nacional española y abrirá las puertas a la esperanza y al nuevo constitucionalismo. 

La Constitución tiene tres características básicas: 

1a. Su origen popular, se elabora sin el rey, aunque no contra él, está ausente y cautivo en Francia. La fuente de legitimidad cambia, traslada la soberanía nacional a las Cortes, antes pertenecía al monarca. La Nación es la nueva forma de identidad, es la nueva sociedad. 

2a. Era muy extensa tenía 384 artículos y 10 títulos, la actual Constitución tiene 169 y la II República tenía 125. Establecía de manera minuciosa y detallada la organización del Estado, la administración territorial y de la justicia. 

3a. Era muy rígida, difícil de reformar para darle estabilidad y continuidad, para evitar rápidas modificaciones y que fuera frágil. 

Las leyes de la cámara desmontan el Antiguo Régimen, el rey absoluto representaba la voluntad divina del gobierno y de legislar. Se aprueba la libertad de expresión y de imprenta, la Inquisición es abolida, se suprimen los diezmos para reconocer el monopolio fiscal del Estado, el fin de los gremios con plena libertad de trabajo, desaparecen los señoríos jurisdiccionales y los mayorazgos, se diseña un Estado unitario con los derechos de los españoles por encima de los antiguos reinos. 

Se otorga la igualdad a los ciudadanos, para todos los nacidos en cualquier territorio de la corona española, fundando un solo país, se crea una burocracia centralizada, una fiscalidad común, un ejercito nacional y un mercado liberado sin aduanas interiores. Las rentas y dividendos de los territorios americanas pasan a la hacienda nacional, estos ingresos ya no están controlados por el rey. Se otorga la Inviolabilidad del domicilio, y nuevos derechos: en materia procesal, en seguridad personal y en procedimiento penal. 

La Constitución declara la soberanía nacional arrebatándosela al rey, la función legisladora la tendrán las Cortes, con la separación de poderes los aires de cambio también han venido del norte. La representación será en un parlamento unicameral,con nuevos representantes de la nación, la elección de los mismos será por compromisarios en función de la renta para poder ser elegido. 

Solo reproduciré un artículo, el Primero: “La Nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios”, este texto lo dice todo, desaparecen las antiguas colonias y los súbditos del soberano, se crean los territorios con igualdad de derechos y los nuevos ciudadanos. 

Fue promulgada el día 19 de marzo de 1812, hace 207 años, conocida popularmente como “la Pepa”, de vigencia irregular, será un avance y punto de referencia para el liberalismo español. Aparece tamizada por la religión,con la definición de un estado confesional se tuvo que legislar con un ajuste de poderes,por el rey y la nobleza.En el texto constitucional existían una serie de equilibrios y contrapesos que fueron un avance muy importante hacia la modernidad del país. 

Durante la guerra sus partidarios han añorado la ausencia del rey, llamándolo “el Deseado”. Las derrotas obligan a Napoleón a dejar la península, devolver el trono de España y pactar el tratado de paz de Valençay. El monarca cuando es restaurado en Valencia el 4 de mayo de 1814, decreta la disolución inmediata de las Cortes, la derogación de la Constitución, la detención de los diputados liberales y la persecución de los afrancesados. No solo regresaba Fernando VII a la península también volvía el absolutismo y el despotismo, y con él volvía el lema de: “¡Vivan las cadenas!”. 

Joaquín Soler es arquitecto y miembro de la Junta Federal de UCR Unidad Cívica por la República