Los horrores del Madrid republicano según la Wikipedia PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - Cultura de la Memoria
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Miércoles, 08 de Junio de 2011 00:00

Wikipedia  Se ha organizado un escándalo a propósito del diccionario biográfico editado por la Real Academia de la Historia, por su parcial interpretación de acontecimientos muy recientes, pero lo cierto es que el mismo defecto se encuentra en las historias generales o particulares ofrecidas como obras de consulta a los curiosos.

   Veamos como ejemplo en Wikipedia, La Enciclopedia Libre, el artículo "Madrid", en su punto 4.8, "Historia. Segunda República y Guerra Civil", página modificada por última vez el 7 de junio de 2011 a las 04:54, hoy mismo. Se abre con la fotografía de unos muros semidestruidos y este pie: "Las iglesias de las Escuelas Pías, Padres Escolapios, de Lavapiés, incendiada [sic] el día siguiente al estallido de la Guerra Civil por los partidarios del Frente Popular." Para que el lector se vaya imaginando lo que viene a continuación, que es esto:

 

   "Tras el aplastamiento de la rebelión en Madrid, mal planificada en el Cuartel de la Montaña y los cuarteles de Carabanchel, en los que los elementos leales del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad fueron auxiliados por las milicias populares (organizadas desde  finales de 1934 por el Partido Comunista Español bajo el nombre de Milicias Armadas Obreras y Campesinas), a las que el Gobierno autorizó la entrega de armas [la frase queda incompleta por despiste del redactor]. A partir de ese momento comenzó una represión indiscriminada no solo hacia los que habían participado en la rebelión, sino contra aquellos que por no compartir las ideas políticas del Frente Popular estaban considerados como "desafectos al Régimen" [expresión habitual de la dictadura, no del Frente Popular]. Surgieron numerosísimos centros de interrogación y detención (las famosas "checas") de donde muchos detenidos solo salían para ser "paseados", apareciendo sus cadáveres en los alrededores de la ciudad. Innumerables edificios particulares fueron incautados, y la misma suerte corrieron las sedes de los partidos políticos de derechas. Se produjo también el asalto e incendio de las iglesias, con irreparables pérdidas artística y culturales, y por Decreto gubernamental oficial [sic] de agosto de 1936, fueron definitivamente cerradas todas las iglesias de la España frente–populista y por tanto las de Madrid. Se produjeron las famosas matanzas [sic] de la Cárcel Modelo, las "sacas" en las que las llamadas Milicias de Vigilancia entraban en las cárceles (San Antón, Ventas, etc.) con sus listas de personas a eliminar, "sacaban" a los presos que figuraban en las listas y los fusilaban en el Paseo de la Florida, en los llamados Altos del Hipódromo y en numerosos lugares más. Especial magnitud [sic] revistieron las matanzas llevadas a cabo en Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz en noviembre/diciembre de 1936, en las que el cálculo más bajo, arroja de 3.000 a 4.000 víctimas. Miles de domicilios particulares fueron "requisados" y saqueados, los famosos "registros" no eran más que el nombre con el que se cubrían los masivos robos domiciliarios, fueron asaltadas y forzadas las cajas fuertes de los Bancos (por decisión oficial de los sucesivos Gobiernos frente-populistas) y robado su contenido (joyas, numerario, objetos de valor, etc.) que más tarde, al final de la Guerra, serían transportados a México en los famosos tesoros [sic] de la J. A. R. E y de la S. E. R. E."

    No merece la pena añadir ningún comentario. Esta interpretación de la historia sin duda es del agrado del alcalde de la villa, el derrochador Ruiz Gallardón, pero necesita continuas matizaciones para ajustarla a la verdad. Y  téngase en cuenta que también se presenta así en algunos libros de texto para enseñanza de escolares. Es lo mismo que estudió mi generación durante la dictadura fascista. Se empareja con los monumentos a los rebeldes levantados durante la dictadura que siguen en pie, y con los nombres de calles dedicados a los militares sublevados y a los civiles que los apoyaron. Es lo lógico en esta transición política en la que nos hallamos, demasiado larga ya, hacia la recuperación de la legalidad constitucional interrumpida el 1 de abril de 1939.