Abogacía en el franquismo Imprimir
Nuestra Memoria - franquismo y represión
Escrito por Vicent Álvarez / Levante   
Viernes, 04 de Marzo de 2011 04:57

Monumento a los abogados de AtochaCoincidiendo con la presentación de Materiales para el estudio de la abogacía antifranquista, en el Colegio de Abogados de Valencia se ha podido ver una exposición sobre los abogados valencianos que actuamos ante el Tribunal de Orden Público, nacido en el año 1963 para sustituir a los consejos de guerra, tratando de conjugar la continuidad de la represión, con una imagen menos dura.

Se trataba de una maniobra más del franquismo, sometido a la presión externa e interna, tras el juicio que se montó para condenar a Julián Grimau, y luego ejecutarlo. EL TOP funcionó hasta el final de la dictadura; muchos antifranquistas fueron procesados y condenados por participar en cosas que hoy son normales, tales como organizarse en partidos o sindicatos, expresarse críticamente hacia los poderes, o manifestarse en la calle.

Como destaca el libro citado, muchos abogados, comprometidos con las aspiraciones democráticas, asumimos la defensa de los detenidos políticos. Así, también, fuimos actores en la lucha por la democracia, utilizando los mecanismos legales que había. En tal tarea coincidimos aquellos que habían conocido la etapa anterior al franquismo, y los de otra generación nacida en la dictadura, que de esta forma, como reza la canción de Raimón, nos apuntábamos al «diguem no!».
Asistiendo ahora a estos eventos de recuperación de una parte de la memoria, comprobaba cómo en todo el Estado se produjo un fenómeno parecido, sin que ello necesariamente obedeciera a consignas partidistas, aunque obviamente las había. Muchos abogados fueron al TOP, que durante algunos años estuvo presidido por un valenciano, el juez Mateu, quien fue víctima de un atentado mortal.
En lo que afecta a nuestra realidad, el primer núcleo de defensores estuvo formado por antiguos miembros de la FUE, nombres que suenan son Alberto García Esteve, Rafael Molina Galano, Enrique Blanes, Joaquín Ruiz Mendoza, Higinio Recuenco, Gonçal Castelló... a su tarea nos sumamos otra gente de menos edad que ya habíamos luchado en la universidad. Por otro lado, algunos compañeros de prestigio, procedentes de despachos que podríamos denominar burgueses, de una u otra forma, igualmente, participaron en este combate contra un régimen injusto y totalitario.
Va siendo hora de reconocer esfuerzos como los de los abogados que se enfrentaron contra la dictadura ante el TOP, y, especialmente, de quienes jugaron un papel muy activo, siendo impulsores, al incorporar a otros muchos en una tarea necesaria en el combate por la democracia. En el estudio que he citado al comienzo, de las seis semblanzas que se desarrollan hay dos de letrados nacidos y formados en Valencia: Antonio Gil Pericás, que ejercería en Euskadi, en donde se le ha recocido públicamente, y Alberto García Esteve, que vivió y ejerció en Valencia y Castelló, y con el que hay una deuda pendiente, tal vez una calle con su nombre o bien otra distinción.
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Fuente:

http://www.levante-emv.com/opinion/2011/03/02/abogacia-franquismo/786982.html