Rebeca Quintans: “Es alucinante que el sumario del juicio del 23 F siga siendo secreto de Estado y que no se haya investigado la trama civil” PDF Imprimir E-mail
Monarquía - Juan Carlos y el 23-F
Escrito por Gema Delgado   
Miércoles, 13 de Junio de 2018 05:43

Rebeca Quintans no sólo ha escrito la biografía sin silencios del rey, ya emérito, Juan Carlos I, sino la historia incómoda de España. Historia incómoda de los partidos políticos del sistema, empresarios, oligarcas, aristócratas, gerentes de los medios de comunicación.... Y con ella la historia menos honorable del PSOE, desde Felipe González, buen amigo del borbón, a Pedro Sánchez; desde las estrechas relaciones con las empresas del IBEX a las que tuvo con la embajada estadounidense; desde las comisiones por la compra de petróleo a las de ventas de armas; desde la relación con Franco, que le trajo a España de adolescente, al golpe de palacio para forzar su abdicación; desde su relación con la Junta Militar argentina al préstamo de 100 millones de dólares concedidos por el Sha de Persia.

Quintans habla del caso KIO y los 100 millones de dólares entregados por Javier de la Rosa al monarca por los servicios prestados durante la guerra de Iraq. También de los maletines millonarios que Ruiz Mateos entregaba en mano al rey en la Zarzuela; del auge y caída de Mario Conde en el círculo del rey; de la vida y negocios del monarca, desde los más conocidos a los más oscuros; de sus aficiones, los coches de lujo, los regalos millonarios que le hacen los amigos, los inmuebles públicos que fue acumulando, y hasta del trabajo de Corina en coche oficial.

Pero también cuenta historias de la familia. Uno de los capítulos archivados sin investigación fue el de la muerte del joven Alfonso de Borbón a causa de un disparo a bocajarro de manos del futuro rey que por entonces ya tenía 18 años y era cadete de la Academia Militar de Zaragoza. Y cómo no, la gestión del 23-F para asegurar el régimen. “La Monarquía necesita robustecerse, por ello Su Majestad me ha encargado esta operación”, pone en boca de Armada. El golpe del 23-F falla por la torpeza de Tejero, que fue el único que no aceptó someterse al papel que le habían escrito en el guion. Pero esa misma noche, sobre la marcha, se consigue dar la vuelta a la tortilla para que el rey no pase a los libros de historia como el patrocinador del golpe sino como el salvador de la democracia. Quintans, que parece que está en todas los despachos de la Zarzuela y del poder económico, político y militar, cuenta con todo lujo de detalles el desarrollo de la planificación del golpe. Desde el verano de 1980 todos los partidos políticos estaban al tanto de ese plan para deshacerse de un Suárez, reticente a la entrada en la OTAN, y su sustitución por un Felipe González que dejaba su pasado marxista para modernizarse abrazando a la banca y a la OTAN. Felipe González iba a ser el vicepresidente del gobierno de concentración nacional diseñado y encabezado por Armada. Más tarde fue González quien indultó a Armada, que sólo cumplió 7 años de los 30 a los que fue condenado.

Este trabajo de Rebeca Quintans comenzó con una tesis doctoral sobre los discursos del entonces Rey. A partir de ahí continuó investigando y el año 2000 sacó, con seudónimo, el libro Un rey golpe a golpe. Un año después el juez Garzón cerró la editorial que lo publicó, Ardi Beltza, y su editor, Pepe Rey, pasó 5 meses en la cárcel. En 2016 lo reedita y amplía bajo el título Juan Carlos I, la biografía sin silencios.

Podría ser una novela apasionante del último medio siglo de la historia de España, de no ser que todos los personajes y hechos son reales. Ahora Quintans trabaja en la redacción de un libro sobre su sucesor, del que está todo por decir.


Mundo Obrero: Hablas de Juan Carlos como una persona no especialmente brillante. Le puso Franco y se ha mantenido en el cargo tantos años como él. ¿Cómo lo ha conseguido?
REBECA QUINTANS:
Juan Carlos es un tonto listo, no es especialmente inteligente pero tiene mucho instinto para ver negocios y para mantenerse en el poder. Supo llevarse bien con quien tenía que llevarse bien. Y tampoco tuvo escrúpulos en dejar en la estacada a quien ya no le hacía falta.


La pregunta es cómo lo mantienen tanto tiempo los demás. Lo que pasó es que se repartieron responsabilidades, prebendas y partes de poder entre todos los partidos políticos con peso parlamentaria, especialmente PSOE y PP. Y ahí quedaron enredados de forma que nadie podía ir contra nadie porque todos estaban implicados. Hay mucha gente de izquierdas que todavía se niega a reconocer que estamos en una situación de involución de las libertades, con presos políticos incluidos, para no tener que rectificar las posturas que tuvieron en determinado momento.

Gente del PSOE se sintió muy halagada con el poder que disfrutaron durante la Transición, se acomodaron muy bien al sistema y salieron muy bien parados. Hoy siguen en unas posiciones super cómodas. Eso les encajonó. Y no van a admitir que lo de atrás estuvo mal.

El problema no es el rey, ni un partido político determinado, es el propio sistema que se reproduce y se mantiene a sí mismo. Es un sistema que ya gira sólo en una serie de deudas y de compromisos, en los que si cae uno, como en el caso de Jordi Pujol, caen los demás. Hay una red de alianzas, de complicidades en cosas que pasaron en la Transición que hace que se perpetúen y que ahora estén apoyando a Felipe VI. Son los mismos, y los hijos de aquellos protagonistas los que están heredando también puestos y parcelas de poder. Es una cosa muy de casta.

Por ejemplo, Prado y Colón de Carvajal cayó, pero su hijo Borja Prado ahí está administrando grandes fortunas de España y es amigo de los hijos de Juan Carlos, de la generación de Felipe. Son literalmente “los hijos de...” Y aunque a veces no tengan los mismos apellidos, son la misma generación, como Pedro Sánchez, el sucesor de Rubalcaba que también es la nueva generación del PSOE. Pero el PSOE tuvo mucho cuidado y negoció con la Casa Real a ver a quién iban a poner y asegurarse que no fuera un militante de base con ideas republicanas. Si Pedro Sánchez fue el candidato que tuvo el visto de la Casa Real, cómo va a sumarse ahora a una manifestación republicana. Está atado.

M.O.: En la Zarzuela se cocina muchas más cosas de las que se supondría según la Constitución
R.Q.:
Demasiadas, teniendo en cuenta que la Corona tiene un papel de árbitro. Muchas cosas que tienen que ver con asuntos económicos pero que a su vez están muy vinculadas con las relaciones internacionales del Estado. Y en el caso de Felipe VI ya se está viendo que tiene una participación política, no sólo por haber asistido a Davos sino por el papel que está ejerciendo en Cataluña. Y no es sólo el discurso, es que estuvo personalmente llamando a empresas para que se fueran de Cataluña. Y esto lo sabemos porque un directivo de SEAT contó que le habían llamado y presionado. Y si hizo eso con SEAT podemos pensar que lo hizo con otras empresas de las que se fueron y con las que tenía relación. Los reyes van a los eventos de estas firmas, se dejan fotografiar con ellos y salen en el Hola, dándoles apoyo.


M.O.: Son más conocidas las comisiones en la compra de petróleo, que explicas en el libro, que las de venta de armas
R.Q.:
Defensa es una gran industria y una gran fuente de negocio de compra-venta de armas. La Casa Real siempre tuvo mucha influencia como mediadora a la hora de venderles armas a Arabia Saudita, un negocio que deja miles de millones. En la última etapa de Juan Carlos salieron muchas cosas sobre su participación y el posible cobro de comisiones, en la época de Corina. Corina estuvo recorriendo empresas de fabricación de armas en España en vehículos oficiales, para favorecer la firma de contratos desde bastante tiempo antes de la abdicación de Juan Carlos.


Y ahora Felipe, parece que lo está manteniendo. Aunque ahora por decreto se ha dictaminado que todo el negocio de la venta de armamento a Arabia Saudí sea secreto de Estado, las visitas oficiales que sigue haciendo a la monarquía saudita son para eso, evidentemente. O para el tema del AVE de la Meca en las que parece que las comisiones fueron tan cuantiosas como para festejar, presuntamente con la famosa cacería de elefantes en Botswana, el contrato más importante que habían firmado las empresas españolas. Ahí estaba OHL, la principal beneficiada. El presidente es amigo de Juan Carlos, y el yerno de Felipe. Otra cosa es que el contrato nos va a costar dinero porque no han cumplido los plazos, vamos a tener que indemnizar a Arabia Saudita y lo acabaremos pagando todos. Y ahí siguen colaborando.

El rey tiene mucho peso en temas del ejército. En temas de petróleo también. La llegada al trono de Felipe es tan reciente que cuesta conseguir información. Además, se protege muchísimo más de los medios de comunicación. Cuesta mucho saber lo que Felipe VI está haciendo en sus viajes reales y eso tiene que ver mucho con la involución en libertad de expresión que estamos viviendo. Pero da la impresión de que está siguiendo la misma línea que su padre en todo. Y parece mentira que nos dejemos engañar otra vez. Juan Carlos también era muy bueno hasta que la prensa, con mucho trabajo y mucho esfuerzo, empezó a sacar cosas.


M.O.: Si Sabino Fernández Campo, el exjefe de la Casa Real, hubiera publicado lo que sabía ¿conoceríamos mucho más de lo que pasó aquellos años en la Zarzuela?
R.Q.:
Sabino habló con Pilar Urbano y Anasagasti y les contó muchas cosas del 23-F. Con el compromiso de que no desvelar nada hasta que se muriera. Pero contó lo que quiso, lo que había hecho Juan Carlos aunque, eso sí, él quedaba muy bien. En plan “señor es que no puede hacer esto”. Sabino sabía y había dirigido reuniones previas con representantes políticos en las que les ponía al corriente de los planes del golpe porque Juan Carlos tampoco tiene esa habilidad para explicar un plan tan complejo a Felipe González y compañía. De eso se encargaban Cortina y Sabino.


M.O.: Se ha publicado ya mucho de la implicación del rey en el golpe del 23 F pero no se ha cuestionado públicamente la versión oficial
R.Q.:
Sí. No se llega a aceptar. Y me sorprende mucho, porque hay mucho material bien documentado. Lo que es alucinante es que el sumario del juicio siga siendo secreto de Estado, un juicio que debería haber sido público desde el primer momento. Y que no se haya investigado la trama civil. Pero todavía hay mucha gente joven y de izquierdas, con una información mucho menos contaminada que en mi generación, a las que les oyes decir todavía que Juan Carlos se ganó al pueblo en el 23 -F. Y tu dices, pero bueno, ¿eso no había quedado ya claro que fue mentira? En fin, Jordi Evole hizo un programa sobre el 23-F en el que nos llamó conspiranoides y se rió de todos los que dijimos que el rey estaba implicado en el 23 F. Tan atrevido que es con otros temas, no se atrevió con éste. O se sigue creyendo una mentira que es una rueda de molino grandísimo. Fue muy cobarde.


La televisión tiene un poder simbólico muy importante y mientras siga diciendo unánimemente en todos los canales que el rey nos salvó el 23-F, la gente seguirá creyendo que fue así.

M.O.: En el libro das abundantes datos sobre España como soberanía intervenida por potencias extranjeras, refiriéndote entre otras cosas a los viajes de Juan Carlos a los Estados Unidos, a las razones para deshacerse de Suárez, etc.
R.Q.:
Creo que ahora ya no es tanto la embajada de Estados Unidos del gobierno de Trump, más bien la CIA, que está muy relacionado pero no es lo mismo. La CIA se mantiene mucho más en el tiempo de lo que va a hacer Trump. Sí, hay mucha influencia de Estados Unidos, pero sobre todo de estos organismos internacionales en los que participa España.


En eventos como Davos hay influencias a grandísima escala, diseños de por dónde tiene que ir la política. Y el Club Bilderberg es el que marca las pautas y a veces da tirones de orejas. Los que estudian de cerca el Club Bildeberg y la Trilateral están convencidos de que ambos tienen que ver con la abdicación de Juan Carlos I.

Manda representantes de la Casa Real, de la prensa, del IBEX 35, la creme de la creme de la oligarquía y de quienes mandan en el mundo. Allí diseñan las líneas políticas que hay que seguir. Y las cumplen.

Y luego habrá cosas de creación propias, este revival del franquismo tan a lo bestia, del PP, que estamos viviendo.


M.O.: Después de todo lo que se ha publicado sobre la supuesta implicación del rey en el golpe de Estado, ¿cómo se ha logrado mantener la imagen del rey como salvador de la democracia?
R.Q.:
Las grandes líneas del 23-F ya se saben. Lo que queda por saber son detallitos. Y lo que le cuesta trabajo entender a la gente es que había un plan perfectamente diseñado, lo que sucedió fue que sobre la marcha no salió como estaba pensado, y tuvo que rectificarse también sobre la marcha. Lo que estaba pensado era que cuando Armada entrara en el Parlamento iba a proponer su gobierno de concentración nacional para mantener el orden constitucional. Ese era el final previsto. Lo que falló fue, por una parte, que Tejero hizo una entrada demasiado espectacular en el Parlamento, con tiros al aire... que salió mal y encima se difundió en las televisiones extranjeras. Y luego, Tejero tampoco quiso que Armada entrara a decir lo que tenía que decir, así que hubo que reconducir algunos extremos sobre la marcha. Y lo hicieron los mismos que habían organizado el golpe y con los mismos objetivos. Así que terminó de diferente forma a la que estaba prevista pero con el mismo efecto, que era provocar miedo en la población, crear una cierta involución y frenar ciertos movimientos sociales, y dar paso a la alternancia para que el PSOE pasara a gobernar. Eso es lo que le cuesta entender a la gente, que el plan no era terminar así.


Queda por saber muy poco pero hay gente que no lo quiere ver. Y tampoco quieren ver que los implicados fueron indultados y promocionados, y hablo de los del CESIC, de Cortina. La televisión tiene un poder simbólico muy importante y mientras siga diciendo unánimemente en todos los canales que el rey nos salvó el 23-F, la gente seguirá creyendo que fue así.

M.O.: ¿Cuando ibas recopilando documentación y descubriendo todos la historia de la bambalinas de la Casa Real, qué fue lo que más te sorprendió?
R.Q.:
A parte de los negocios, el que no se haya realizado ninguna investigación de asuntos que rayan el terreno de lo criminal como es la muerte de su hermano, que atropellara a un ciclista, que se tapara la muerte en extrañas circunstancias de una actriz con la que tuvo relaciones. También que hubo una denuncia por violación de una modelo en un barco en Mallorca por parte de un familiar directo del rey de Arabia Saudí y el caso se archivó por mediación del rey español. Un juez a quien entrevisté me dijo que el rey podría matar a alguien tirándolo por la borda del barco y saldría impune. Y ahora Felipe VI también tiene el mismo estatus legal y encima reforzado porque han ampliado la protección a la familia real. Y los demás están con un aforamiento importante, que si lo hubieran tenido hace unos años hubiera impedido juzgar a la infanta Cristina. Se han protegido.


Ahora ya se sabe que en el caso Urdangarín, el que fue mediador en el gobierno balear fue Pepote Ballester, amigo íntimo de Felipe. Suena raro que en la reunión en el Palacio de Marivent se juntaran Pepote Ballester, Urdangarín y Jaume Matas y no hubiera allí nadie de la familia real, ni el entonces príncipe Felipe que era amigo de todos ellos. Pero nadie tira del hilo periodísticamente.


M.O.: ¿Cómo van los sondeos de la popularidad de la Casa Real?
R.Q.:
No los ha habido en muchísimo tiempo ni los habrá hasta que no aumente su popularidad. Bueno, sacaron uno en un momento en el que subió, pero después desde el discurso sobre Cataluña no han vuelto a sacar nada. El CIS no deja de preguntar nunca, pero no nos lo cuentan. O no dicen los resultados o los maquillan.


Por ejemplo hasta ahora no se ha sabido lo que Suarez le dijo a Victoria Prego, supuestamente a micrófono cerrado, pero que se grabó, sobre por qué había metido el tema de la monarquía en la ley de la reforma política del 77. Lo había metido porque en las encuestas decían que si se hubiera hecho un referéndum entre Monarquía y República habría salido la República. Victoria Prego nunca lo contó. Prego contestó, “claro, cómo se iba a preguntar, qué peligro”. Pero ¿qué peligro para quién si gana la República? Sería, en todo caso, un peligro para la monarquía y los franquistas, no para los republicanos. Por eso, al ver que ganaría la república, y a pesar de presiones extranjeras, no se hizo nunca ese referéndum. Me temo mucho que si hoy no permiten que se haga un referéndum en Cataluña es porque temen que va a ganar la independencia. Aquí sólo preguntan la opinión cuando saben que van a ganar.

Y yo noto en la calle, en las movilizaciones populares, en la presencia de la bandera republicana que el ideal de la República tiene mucha gente a favor, pero no tenemos ningún partido en el Parlamento que nos defienda.


M.O.: ¿En qué situación está el periodismo de investigación hoy?
R.Q.:
Está muy mal. Yo creo que no hay periodismo de investigación. Bueno un poquito, el diario.es, etc... En general, lo que hay es periodismo de filtración, rencillas entre políticos, el yo te filtro esto para que lo saques porque me viene bien meterme con el otro. Y el otro hace lo mismo desde otro periódico. Pero eso no es periodismo de investigación independiente.


El periodismo de investigación que es muy trabajoso y muy bonito, necesita de recursos y es muy difícil de hacer sin dinero para desarrollarlo: hay que trabajar, es laborioso, no se hace un reportaje en dos días. Hoy día la mayoría de los periodistas no salen de la redacción. Se quedan en la mesa con el ordenador e internet cuando para haber periodismo de verdad hay que patear la calle y hay que hablar con la gente y moverse mucho. Y hoy no hay medios para hacerlo independientemente.

_____________

Fuente:  Mundo Obrero

 

 Vídeos "monárquicos"

Mensaje de JC Borbón 2010

Mensaje de Navidad 2010  

  

Cómo hizo su fortuna Juan Carlos I

Cómo hizo su fortuna

Juan Carlos de Borbón