El gobierno mexicano de Felipe Calderón elevó al Senado de la República mexicana el debate la reforma del artículo 24 de la Constitución en un intento por terminar con el Estado laico en México. Las modificaciones al artículo 24 de la Constitución sobre libertades religiosas implican, entre otras cosas, que la Iglesia católica tenga derecho a tener concesiones de radio y televisión o que tengan derecho a impartir instrucción escolar o que tengan derecho al voto pasivo, es decir, que los curas puedan ser elegidos”.