Laicismo y respeto religioso PDF Imprimir E-mail
Laicismo - Estado Laico
Escrito por AlfonsoGarcía / Xornal   
Viernes, 04 de Marzo de 2011 05:09

No hay que mezclar la política  con el hecho religioso  Quien visita una mezquita, una iglesia o una sinagoga como turista, suele hacerlo en silencio, con decoro y el respeto debido a un lugar en el que otras personas se encuentran con un Ser superior en el que creen.

 

Circula por internet una fotografía tomada el día 31 de diciembre pasado en la Catedral de Santiago de Compostela, en la que se observa a un ministro del Gobierno arrellenado en una butaca situada en lugar preferente del Presbiterio, chaqueta desabrochada, corbata al desdén, tobillo izquierdo apoyado sobre la rodilla derecha, calcetines visibles, teléfono en la mano y en atenta actitud de lectura: al margen del acto que preside.

En el altar, varios sacerdotes concelebran la Santa Misa que preside el Arzobispo; otros distribuyen la Comunión. Testigos presenciales manifestaron en diferentes medios de comunicación que el ministro, incluso, habló por teléfono y envió mensajes.

El lector, cualquiera que fuere su adscripción política, tendrá su propia opinión, yo me permito expresar la mía: una falta pública de respeto hacia una gran parte de ciudadanos, agravada por su condición de representante del Gobierno del Estado, por presidir el acto y porque el personaje en cuestión se ha proclamado públicamente católico.

Tras el acto, algunos asistentes, incluido algún miembro de su propio partido, se manifestaron sorprendidos por semejante actitud.

No son infrecuentes hechos como este en fiestas patronales, procesiones y ofrendas. Me asombra que quienes se declaran agnósticos o ateos presenten una ofrenda a la Virgen patrona de la ciudad y las peticiones peticiones de sus conciudadanos.

Quienes así se comportan, podrían delegar su representación para actos de esta naturaleza en otros compañeros de Gobierno o Corporación que tengan la correspondiente sensibilidad religiosa. ¿Tal vez se les ha ocurrido, pero temen el rechazo en una parte de la población y pueda verse afectada su cosecha de votos en las elecciones?

Hay una anécdota ejemplar que me permito recordar a quienes así actúan. Federico Tapia, alcalde de A Coruña, agnóstico por convicción y republicano, recibió al Rey Amadeo de Saboya en su visita a la ciudad y le acompañó hasta la Iglesia de San Jorge, en la que se entonaría un Te Deum en su honor. Al llegar la comitiva al templo, Federico Tapia esperó al Rey en el atrio durante el tiempo que duró la solemne celebración. Un ejemplo a tener en cuenta, señor ministro y otros cargos.

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Fuente:

http://www.xornal.com/opinions/2011/02/15/Opinion/laicismo-respeto-religioso/2011021422432200510.html