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Laicismo - Crítica a la jerarquía católica
Escrito por Cartelera Turia   
Viernes, 11 de Marzo de 2011 06:11

Rouco Varela y las Redes SocialesEl cardenal Antonio Rouco Varela, capitoste de la jerarquía católica, se eternizará tres años más como presidente de la muy retrógrada Conferencia Episcopal. Si Dios quiere, faltaría más. El inquisidor sólo tiene 75 años y entre la esperanza de vida y los milagros que su doctrina acredita en sus sagradas escrituras, a nadie ha de extrañar que nos entierre a todos. Es decir, que la jerarquía católica continuará con su santa cruzada, inasequible al desaliento, y armando bronca en defensa de sus increíbles privilegios.

Si no fuera porque el asunto es demasiado serio, atendiendo a la vergonzosa postración que las autoridades —elegidas democráticamente por un censo de ciudadanos al margen de sus filias y creencias— exhiben frente a este grupo de armas tomar, toda la colección de improperios y desatinos vertidos durante el cónclave que ha ratificado al purpurado sería para no parar de reír. Rouco y sus hermanos han vuelto a poner el grito en el cielo ante la situación crítica por la que, a su limitado entender, atraviesa la institución familiar en España. Lo dice uno que no está casado, ni siquiera amancebado. También ha arremetido contra los cuidados paliativos en el umbral de la muerte. Lo suyo, por decirlo finamente, es el sufrimiento extremo. Lo que llaman "muerte natural". Vamos, que llegado el caso habría que oírles gritar con la naturalidad que produce el dolor en sus más crudos y finales episodios. Por eso de predicar con el ejemplo. ¿Se tomarán una aspirina cuando sufren jaqueca, o acaso consideran el ácido acetil-salecílico un artefacto del demonio? Lo bueno de estos aquelarres es que siempre dan qué hablar. La jerarquía católica insiste en su pirotecnia habitual, en lugar de agradecer los constantes desvelos de toda clase de gobiernos por mantener y aumentar sus privilegios, a costa de otros destinos que contribuirían a una distribución más equitativa de los recursos públicos. Y para rematar, el gran hermano Rouco nos advierte sobre las redes sociales que, según el experto, atraen a los jóvenes hacia un estilo de vida virtual y vacío de encuentros verdaderamente personales. El cardenal ignora lo mucho que dan de sí las redes sociales y hasta qué punto contribuyen a llenar toda suerte de soledades. Por no hablar de las crecientes complicidades en campañas y movilizaciones contra los tiempos oscuros de los que sus reverendísimas personalidades constituyen vestigios a extinguir. Y cuanto antes, mejor

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Fuente: http://www.carteleraturia.com/