Jeremy Corbyn, el pueblo palestino y el antisemitismo Imprimir
Imperio - Unión Europea
Escrito por Alain Gresh   
Jueves, 23 de Agosto de 2018 00:00

Otro ataque contra Jeremy Corbyn, dirigente del Partido Laborista británico. Una vez más, acusaciones de antisemitismo.

Desde hace unos meses, Jeremy Corbyn es objeto de una campaña orquestada por el lobby pro-israelí en el Reino Unido con el apoyo de la derecha de su propio partido (el Partido Laborista) y del partido conservador. Es acusado regularmente de antisemitismo. Quien está en el punto de mira es uno de los dirigentes políticos europeos que ha denunciado constantemente y sin desmayo, a pesar de todos los chantajes, la ocupación israelí, los asesinatos en Gaza, la política del gobierno de Benjamin Netanyahu.

El último episodio de esas polémicas se remonta a hace unos días y es reflejado, en términos más que discutibles, por el diario Le Monde:

"Benjamin Netanyahu ha intervenido, el pasado lunes 13 de agosto, en la controversia sobre el antisemitismo que desgarra al Partido Laborista británico. En Twitter, el primer ministro israelí ha demandado una "condena sin equívocos" de Jeremy Corbyn, el líder del Labour. Éste es acusado de haber depositado, en 2014, un ramo de flores sobre la tumba de los miembros de Septiembre Negro, el grupo terrorista palestino que había realizado la toma como rehenes de atletas y entrenadores israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972, que terminó en la muerte de once de ellos (...)".

"El Daily Mail ha publicado el sábado una foto mostrando a Corbyn en 2014 con una corona de flores en sus manos durante una ceremonia en Túnez. Quien era entonces simple diputado estaba allí para una conferencia consagrada a Palestina, organizada por le presidente tunecino. Al final, dos ramos de flores fueron depositadas en tumbas palestinas".

"La primera conmemoraba el recuerdo de las 47 personas palestinas muertas en un ataque aéreo israelí sobre una base de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1985. El Sr. Corbyn afirma que es lo que la foto del Daily Mail muestra. La segunda fue depositada sobre las tumbas de Salah Khalaf, fundador de Septiembre Negro, Fakhri al-Omari, su brazo derecho, y Hayel Abdel-hamid, el jefe de seguridad de la OLP. Los tres fueron asesinados veinte años después del atentado de Munich por el Mossad, los servicios secretos israelíes. En esta ceremonia es en la que J. Corbyn dice haber estado simplemente "presente" ".

Señalemos en primer lugar que la intervención de Netanyahu confirma las injerencias permanentes de Israel en los asuntos internos de otros Estados. Un documental explosivo de Al-Jazira sobre el lobby proisraelí en el Reino Unido había ya divulgado las intervenciones de Israel en los asuntos internos de ese país y sus tentativas de hacer caer a un ministro considerado como propalestino, lo que condujo a excusas públicas del embajador israelí en Londres y a la vuelta precipitada a Tel-Aviv de un diplomático de alto rango. Señalemos también que, para Netanyahu, el antisemitismo tiene geometría variable, como prueba su compadreo con ciertos dirigentes de la extrema derecha de Europa del Este o su silencio sobre el antisemitismo extendido entre ciertos apoyos de Donald Trump.

Septiembre Negro y Abu Iyad

Pero volvamos sobre esta última polémica. El periodista de Le Monde ignora claramente de qué habla. Y no se toma la molestia de investigar. El ataque de 1985 no apuntaba a "una base" de la OLP (término que deja suponer que el objetivo era militar), sino a la sede de la dirección de la OLP, refugiada en Túnez desde 1982, y tenía por objetivo asesinar a Yasser Arafat. El ataque, decidido por el primer ministro de entonces, Shimon Pees, mató a 50 personas palestinas y 18 tunecinas, en una operación que solo se puede calificar como "terrorismo de Estado"

En cuanto al hecho de que Corbyn depositara "un ramo de flores sobre la tumba de los miembros de Septiembre Negro", es más que reductora. Visiblemente, el autor no ha oído hablar nunca de Salah Khalaf, llamado Abu Iyad, cuya sepultura sería la que habría recibido las flores. Habría podido echar un ojo al libro de uno de sus ilustres predecesores en Le Monde, Éric Rouleau, "Palestinien sans Patrie (Fayolle, 1978). Habría sabido que Abu Iyad, uno de los fundadores del Fatah con Yasser Arafat era uno de los principales dirigentes de esa organización; que, como el resto de la dirección, renunció a las "operaciones exteriores" tras la guerra de octubre de 1973, implicó a su organización por el camino de la búsqueda de una solución política y aceptó la idea de un mini Estado palestino en Cisjordania y Gaza, con Jerusalén como capital. Era también el contacto de numerosos servicios secretos occidentales a los que ayudaba a combatir a ciertos grupos, como el del renegado palestino Abu Nidal. Era considerado hasta su asesinato en Túnez en 1991 (por el grupo disidente de Abu Nidal, no por los israelíes) como el número dos de la OLP.

¿Cuál fue su papel en Septiembre Negro? Preguntado por Éric Rouleau, el responsable de los servicios especiales palestinos "niega enérgicamente haber sido el jefe de esa organización", cuyo dirigente habría sido Yussef El-Najjar, asesinado por los israelíes en Beirut en abril de 1973. Sin embargo, no la condena y explica las condiciones de su nacimiento, tras el aplastamiento de la resistencia palestina en Jordania en 1970-1971, acontecimientos conocidos con el nombre de "Septiembre Negro".

"Si la única solución es la violencia..."

Amenazada en su propia existencia, sometida a una severa represión y a una ocupació brutal, en particular en Gaza, la resistencia palestina se lanzará a operaciones espectaculares en la escena internacional lo que, pensaba, permitiría a Palestina no desaparecer del paisaje político. El ataque contra los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 se inscribe en este marco y Abu Iyad recuerda que tenía por objetivo un intercambio de personas presas y que el gobierno israelí hizo todo lo posible para hacer fracasar las negociaciones.

Se puede, por supuesto, condenar este tipo de acciones realizadas contra civiles. Pero, por una parte, hay que recordar que la mayor parte de las organizaciones de lucha armada han recurrido a ellas a lo largo de la historia, desde el Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino a los grupos sionistas en los años 1940 (Yitzhak Shamir, que será primer ministro, estaba considerado como un terrorista por las autoridades británicas). De otra parte, no se puede condenar este tipo de acciones si no se condena también las acciones de opresión y de ocupación que las engendran. Como recordaba Nelson Mandela en su viaje a los territorios palestinos en 1999: "Hay que optar por la paz más que por el enfrentamiento, salvo en el caso en que no podamos obtener nada, cuando no podemos continuar, cuando no podemos avanzar. Si la única solución es la violencia, entonces utilizaremos la violencia". Había, por otra parte, declarado: "Es siempre el opresor, no el oprimido, quien determina la forma de lucha".

 

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Fuente: Viento Sur