Por segunda vez en pocas semanas, el presidente Sarkozy, en su peor momento en los sondeos, ha decidido alegremente mudarse en jefe guerrero para intentar recuperar la popularidad perdida, como lo intentó Napoleón III en 1870. Esta postura de jefe colonial que desprecia a los africanos, libios y costamarfileños, a los que se ametralla, a riesgo de incendiar todo un continente, es inaceptable e irresponsable.

Los pretextos "humanitarios" utilizados ("protección de civiles", "respeto al veredicto de las urnas", "protección de los franceses amenazados") son falsos : los resultados electorales han sido falsificados en Costa de Marfil por las dos partes, que son culpables de exacciones y de matanzas ; el apoyo militar de Occidente a algunos de los protagonistas en las guerras civiles de Libia y de Costa de Marfil no los convierte ni en demócratas ni en "revolucionarios", sino que revela que están dispuestos a servir al imperialismo occidental y a las sociedades transnacionales que buscan beneficios en África, sahariana y subsahariana.

El bombardeo de los medios de comunicación franceses al servicio del "derecho de injerencia", que no es sino la versión contemporánea del viejo discurso colonial, es indecente ; como es indigno el apoyo aportado a las mentiras belicistas por toda la cohorte de políticos franceses, de derecha y de izquierda.

Fieles a los valores pacifistas e internacionalistas de Jaurès y de Gabriel Péri, insistimos : ¡Alto al compromiso militar de Francia ! ¡Basta de guerras coloniales ! ¡Retirada inmediata de las fuerzas francesas que operan en África ! ¡El futuro de los países africanos sólo atañe a los africanos ! Es el momento para los franceses amantes de la paz, y de sus organizaciones, de denunciar públicamente la locura belicista del poder político de Francia.

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Fuente: http://www.humanite-en-espanol.com/spip.php?article910