Los franceses no quieren casarse ante el retrato de Sarkozy PDF Imprimir E-mail
Imperio - Unión Europea
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Jueves, 07 de Abril de 2011 04:45

Caricatura de SarkozyLa popularidad del presidente de la República Francesa está por los suelos. El haberse puesto a la cabeza de la cruzada contra Libia ha hecho que los ciudadanos se avergüencen de él más todavía de lo que ya lo estaban. Antes le llamaban "Napoléon le Petit", debido a su prepotencia con ínfulas imperiales, y también a causa de su baja estatura física (semejante a la talla moral), a pesar de los taconazos que usa para no quedar inadvertido junto a la corista con la que se ha casado. Los ciudadanos le aplicaban los versos que Víctor Hugo dedicó a Napoleón III: "Toi, tu te noieras dans la fange, / Petit, petit", es decir: "Tú, tú te ahogarás en el fango, / pequeño, pequeño", por estar a esa altura. También han reducido su apellido a Sarko, a tono con su reducida estatura.

 

   El diario parisiense Le Monde del 5 de abril publicó una información según la cual en Bauvin (Pas-de-Calais), el alcalde había ordenado quitar la fotografía del presidente de la República de su despacho, y colgarla en un pasillo.

   El motivo de esa decisión es que las parejas de novios se negaban a casarse frente al retrato del belicoso dirigente de la cruzada.  Ha explicado el alcalde, Louis-Pascal Lebargy, que muchas parejas le pedían que colocase el retrato de cara a la pared mientras se efectuaba la ceremonia, cosa que no le parecía bien, por lo que ordenaba que se le trasladara provisionalmente a un pasillo. Debido a que esa reclamación se hizo constante, decidió instalar el retrato en el pasillo de forma permanente.

   Como era previsible, algún sarkozyano que hay en la villa protestó, alegando que el actual marido de la Bruni, cuyo culo ha sido admirado al natural por gentes de las cinco partes del mundo, es el presidente de todos los franceses, incluidos los que no votaron por él (ya que en la República Francesa existe la costumbre de elegir al jefe del Estado), y nadie puede rechazar su fotografía. Sin embargo, el alcalde replicó: "Ningún texto legal impone que el retrato del presidente ocupe un puesto de privilegio en una alcaldía. No es un símbolo de la República. Nadie me ha pedido que retire la bandera tricolor." Y añadió que si alguna pareja solicita que el retrato presida la sala durante la ceremonia de su casamiento, lo volverá a colocar: "Es su boda, y a una boda sólo se invita a quien se quiere", declaró con rigor cartesiano.

   Qué cosas pasan en la República Francesa. Imaginemos la que se armaría en el reino de España si alguien solicitara que se quitase el retrato de su majestad el rey católico nuestro señor de alguno de los muchísimos lugares en los que está colgado. Treinta años y un día de cárcel. Pero nos preguntamos por qué tiene que haber retratos de su majestad etc. en todos los lugares públicos del reino, cosa que a muchos vasallos nos produce disgusto ver. Una pregunta tonta, desde luego.