Estos días los campamentos de refugiados saharauis en Argelia han sufrido lluvias torrenciales insólitas en el desierto, y las tiendas y casas de barro donde viven los refugiados han sido devastadas empeorando las condiciones, ya de por si duras y humillantes, de una población que vive dependiente de la ayuda humanitaria.

Los saharauis llevan 40 años esperando recuperar su país, el Sáhara Occidental, de la ocupació por part de Marruecos. Es la última colonia que queda en África. Los saharauis pararon la guerra en 1991 confiando que la ONU cumpliría con el prometido referéndum de autodeterminación, pero Marruecos lo bloquea y aprovecha para usufructuar los recursos naturales de la zona, donde hay, por ejemplo, las minas de fosfatos más grandes del mundo.

Y da la casualidad que era una colonia española, y en 1975, cuando Franco moría, España abandonó la colonia sin brindar el derecho de autodeterminación al pueblo colonizado, y entregando el país a Marruecos y Mauritania, pero finalmente sólo Marruecos se ha aprovechado de la situación para ocupar el territorio y convertirse en el nuevo colonizador.

Aunque España sigue siendo la potencia colonial vigente según los tratados internacionales y podría obligar Marruecos (administrador de facto) a aceptar el referéndum pendiente, pero España prefiere ceder a los chantajes marroquíes en materia económica, de inmigración y de terrorismo, y decir que el nuestro rey es amigo del suyo (un déspota que tiene los territorios ocupados del Sahara Occidental bajo régimen de terror, ocupación y tortura). Pero como la fraudulenta salida de España de la colonia pasó a finales del franquismo, los habitantes del Estado español parece que queramos olvidar aquel episodio y no afrontamos nuestra responsabilidad histórica para con la gente del Sahara Occidental.

Ahora lloramos por las inundaciones que sufren los 160.000 refugiados saharauis en Argelia, al igual que lloramos que los refugiados sirios lleguen desesperanzados en Europa, pero ni nos ocupamos de la guerra en Siria, ni nos ocupamos de que se pueda hacer el referéndum de autodeterminación en el Sahara occidental.

Al igual que tampoco parece que preocupe que Marruecos ocupe, torture, reprima y discrimine social y económicamente los saharauis que viven en los territorios ocupados. Y pasando por alto todo esto, se firman acuerdos comerciales preferenciales, por parte de España y de la Generalitat, con la monarquía alauí sin exigirles el respeto de los derechos humanos. Como si los saharauis no fueran dignos de ser tratados como humanos.

¿España hará algún día algo a nivel internacional al respecto? ¿O seguirá actuando como un cero a la izquierda sin hacerse responsable de lo que ha hecho y hace?

El día que los saharauis pierdan la paciencia y vuelvan a la guerra, y el 90% de la gente quiere volver, entonces contaremos muchos muertos y nos lamentaremos tener una cruenta guerra al lado de casa y que pesará sobre nuestras conciencias en los annales de la historia para siempre.

Jordi Oriola Folch, realitzador audiovisual

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Fuente: Rebelión