Más de 85 civiles, entre ellos 33 niños, fueron víctimas de un bombardeo más de la OTAN en Libia. El ataque de la aviación de la OTAN fue lanzado contra la aldea de Madjar, al Este de Trípoli. Ello fue denunciado por Mussa Ibraguim, portavoz del titular de la Jammahiría, Muamar Gadafi. En la OTAN misma afirman que su blanco eran instalaciones militares y no confirman la información de la muerte de civiles. 

Mussa Ibraguim mostró a los periodistas occidentales las casas destruidas y, la televisión estatal presentó escenas de libios gravemente heridos y de cadáveres de niños mutilados. El portavoz de Gadafi agregó que el ataque aéreo, que definió de "carnicería", debía despejar a los rebeldes la vía hasta Trípoli. En el país, a raíz de las innumerables víctimas, fue declarado un duelo de tres días. 

Esta tragedia fue una muestra palmaria de la crueldad cotidiana de la OTAN, declaró en entrevista a nuestra emisora el politólogo libio Saad Manna. 

- Allí no hay objetivos militares; en ese lugar viven civiles, subraya el politólogo libio. Entre las víctimas hay niños y mujeres, y el número de los heridos se desconoce aún. Confío en que todo el mundo pueda ver esa masacre implacable que recuerda los bombardeos masivos de los nazis contra la población civil en Stalingrado. A mi juicio, las fuerzas de la OTAN están en un atolladero del que no pueden encontrar salida. En un comienzo pensaban que, con dos o tres semanas de bombardeos lograrían tener éxito en Libia. Resultó que la tarea no es tan simple.  Ni siquiera el bloqueo naval y terrestre han reportado la victoria la OTAN. Pero, las atrocidades que cometen ahora, en días santos para todos los musulmanes de Ramadan, muestran simplemente la desesperación del agresor, concluye Saad Manna. 

Los ataques de precisión de la OTAN contra la infraestructura militar del régimen de Trípoli, según declaran sus dirigentes, en los hechos derivan en una tragedia para los civiles. A fines de mayo se conoció que, solo el Ministerio de Defensa de Canadá había encargado 1.300 bombas aéreas orientadas por láser, para ser empleadas en Libia. El contribuyente canadiense pagó por ellas 130 millones de dólares. Sin embargo, su eficacia suscita grandes interrogantes. Pero, lo principal reside en que el problema libio no se puede resolver en principio con la intromisión, considera Vladimir Evseiev, director del Centro de Investigaciones Sociopolíticas. 

- En buena medida surgió debido a que EEUU y sus aliados, en primer lugar Francia y Gran Bretaña, se entrometieron en la guerra civil en Libia, señala Evseiev. Y no obstante la prolongada dirección de las acciones bélicas, no han tenido un éxito sustancial, lo que era perfectamente esperado. Es imposible resolver el problema solo con bombardeos aéreos. En esencia, Libia es empleada como polígona para armamentos modernos. No todo ataque, ni mucho menos, alcanza el objetivo deseado y sin innumerables las víctimas entre la población civil. 

Esta última masacre de la población civil en Libia revela que la operación de la OTAN está ya agotada y debe tener un fin, apunta el experto militar Víctor Litovkin. 

- Hace tiempo que está claro que la alianza debe dejar de cerrar filas con una de las partes en la guerra civil, indica el experto. Nadie le ha encargado apoyar a los oposicionistas. La Resolución 1973 no lo prevé, razón por lo que la OTAN está violando leyes y normas internacionales. Y es normal que no se lograran evitar nuevas víctimas entre la población civil. Nunca ha logrado nadie esto durante bombardeos, mas aun cuando se lanzan contra poblados, subraya Litovkin. 

En tanto, la tensión llegó a su cenit entre los rebeldes mismos. En esencia, ni ellos ni Occidente que los apoyan han logrado ninguno de los objetivos planteados. Ello fue la causa de una crisis política en el campo de la oposición. Mustafa Andel Djalil, jefe del autoproclamado Consejo de Transición Nacional destituyó al gobierno, inducido por el asesinato reciente del jefe de las tropas de los rebeldes, Abdel Fattaj Yunis, en circunstancias no aclaradas. 

Constantin Kosachov, jefe del Comité parlamentario ruso para Asuntos Internacionales, estima que era inevitable el surgimiento de contradicciones entre los rebeldes libios. El propio pueblo libio debe forjar el proceso del tránsito a la democracia. Difícilmente será legítimo un poder que llegue en la punta de las bayonetas extranjeras.

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