Corrillo de protesta ante la embajada de Cuba PDF Imprimir E-mail
Imperio - Latinoamérica
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Domingo, 22 de Enero de 2012 06:16

Protesta de cubanos  Treinta y dos cubanos exiliados se reunieron en la mañana del sábado ante la Embajada de Cuba en Madrid, para reclamar a gritos que el reino de España se injiera en los asuntos internos de la República de Cuba, y le exija la puesta en libertad de los presos. Eran muchos más los policías antidisturbios llegados en siete furgones para mantener el orden público que los chillones.

 

   Se diría que la Delegación del Gobierno en Madrid esperaba una gran concentración, y por eso envió al lugar tantos efectivos. Es probable que lo esperase porque las emisoras de radio, tanto la Nacional controlada por el Gobierno como las comerciales, divulgaron la convocatoria en todos sus boletines informativos, tanto los de carácter estatal como los locales. Podría sospecharse que existía una consigna para reunir ante la Embajada a un gran número de personas. Las emisoras de radio anunciaron la convocatoria con insistencia machacona durante toda la mañana, lo que incita a suponer que alguien tenía interés en que se acercaran al lugar muchos vocingleros. Sólo les faltó poner autobuses gratis y dar un bocadillo a los asistentes.

   Pero la campaña ha sido un fracaso, y sus organizadores han hecho el ridículo. Estuve observando de lejos al grupito, para comprobar la eficacia del llamamiento reiterativo de los antirrevolucionarios. Los conté de lejos, no fueran a incluirme  entre los gritones, aunque nadie podrá confundirme con un gusano, eso es seguro. Los chillones eran esos cubanos que nos trajo Moratinos, más conocido por Desatinos, cuando fue ministro de Asuntos Exteriores: pagamos el viaje a familias completas, y seguimos manteniéndolas porque dicen que no encuentran trabajo.

   Son los que se reúnen en el Centro Cubano de la calle de Claudio Coello, en donde deben de servir muy buenas comidas, porque todos están gordos y lustrosos. Es natural, no trabajan y reciben sueldos del Estado, y propinas de la CIA, solamente por hablar mal de su patria. No hay crimen más degradante que ser traidor a la patria.

   Pese a lo irrisorio del corrillo, las emisoras de radio han comentado que hubo una manifestación de protesta, y el Telediario de la cadena estatal La 1 de Televisión Española difundió la imagen de tres vociferantes increpando a un policía que les impidió acercarse a la verja de la Embajada. Se cuidaron de no proyectar una imagen completa del corrillo, para evitar exponer lo grotesco del acto. Los periódicos digitales unánimemente destacan la reunión, y elevan el número de los aulladores hasta cerca de la cincuentena, que de todos modos sigue siendo chusco.

   ¿Por qué toleran las autoridades gubernativas que esta pandilla altere el orden público de la ciudad? Será por el mismo motivo que se jalea la convocatoria, antes y después. Será porque la CIA tiene interés en difundir, por medio de las agencias de Prensa controladas, que en Madrid se celebró una manifestación contra la Revolución Cubana. Será por eso por lo que jamás informan sobre las concentraciones que mantenemos todos los meses para reclamar la libertad de los cinco patriotas cubanos ilegalmente presos en los Estados Unidos.