Venezuela y Siria, en dos continentes, por su soberanía, contra el imperio. Imprimir
Imperio - Las Guerras USA
Escrito por Ramón Pedregal Casanova/ UCR   
Martes, 27 de Diciembre de 2016 03:26

Colón escribió en su diario:

“Nos trajeron loros y bolas de algodón y lanzas y muchas otras cosas más que cambiaron por cuentas y cascabeles de halcón. No tuvieron ningún inconveniente en darnos todo lo que poseían... Eran de fuerte constitución, con cuerpos bien hechos y hermosos rasgos... No llevan armas, ni las conocen. Al enseñarles una espada, la cogieron por la hoja y se cortaron al no saber lo que era. No tienen hierro. Sus lanzas son de caña... Serían unos criados magníficos... Con cincuenta hombres los subyugaríamos a todos y con ellos haríamos lo que quisiéramos.”  Pertenece a: “La otra historia de los Estados Unidos”. Autor: Howard Zinn. Traductor: Toni Strubel.  Editorial: HIRU.   
 
    

Continuamos leyendo: “España acababa de unificarse formando uno de los nuevos Estado-nación modernos, Como Francia, Inglaterra y Portugal. Su población, mayormente compuesta por campesinos, trabajaba para la nobleza, que representaba el 2% de la población, siendo éstos los propietarios del 95% de la tierra. España se había comprometido con la Iglesia Católica, había expulsado a todos los judíos y ahuyentado a los musulmanes. Como otros estados del mundo moderno, España buscaba oro, material que se estaba convirtiendo en la nueva medida de la riqueza, con más utilidad que la tierra porque todo lo podía comprar.

… A cambio de la aportación de oro y especias, a Colón le prometieron el 10% de los beneficios, el puesto de gobernador de las tierras descubiertas, además de la fama que conllevaría su nuevo título: Almirante del Mar Océano.

… Cuando se acercaron a tierra, los indios arawak les dieron la bienvenida nadando hacia los buques para recibirles. … No tenían hierro, pero llevaban diminutos ornamentos de oro en las orejas.

Este hecho iba a traer dramáticas consecuencias: Colón apresó a varios de ellos y les hizo embarcar, insistiendo en que le guiaran hasta el origen del oro. Luego navegó a la que hoy conocemos como isla de Cuba, y luego a Hispaniola (la isla que hoy se compone de Haití y la República Dominicana). Allí, los destellos de oro visibles en los ríos y la máscara de oro que un jefe indígena local ofreció a Colón provocaron visiones delirantes de oro sin fin. En Hispaniola, Colón construyó un fuerte con la madera de la Santa María, que había embarrancado. Fue la primera base militar europea en el hemisferio occidental. Lo llamó Navidad, ...

Desde la creación de las Naciones Unidas en 1945 la condena del colonialismo en el organismo internacional ha sido constante, leasé http://www.colonialismreparation.org/es/condena/naciones-unidas-colonialismo.html

En el horizonte de la lucha anticolonial, hoy antiimpierialista, se contempla la igualdad social, no la sumisión esclavista en el capitalismo. En el horizonte de los antiimperialistas se encuentra la independencia, la soberanía de los oprimidos, para lo que hay desprenderse del dominio político, militar, económico y social de las élites estadounidenses, europeas e israelíes, del imperio hegemónico y sus submarinos.

Dos noticias que inciden en lo dicho, la 1ª:

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 2334 condenando la colonización del territorio de Palestina, incluyendo la capital Jerusalén, 14 votos a favor de la resolución y 1 abstención. Los asentamientos de colonos en Palestina son considerados como crímenes de guerra. El estado prefabricado de Israel ha desobedecido todas las resoluciones emitidas por la ONU. Los colonizadores israelíes, el gobierno racista de Israel puede ser llevado ante los Tribunales Internacionales y recibir sanciones internacionales. ¿Llegará ese día?.

El matón Netanyahu ha declarado que va a desobedecer la resolución y no van a salir de Palestina. No sólo eso, ha dispuesto que se revisen las relaciones con la ONU y la presencia de sus representantes en el organismo internacional. ¿Quién está a favor del fascista Israel?:Trump. No podía ser de otro modo. Sabemos que de toda la historia de EEUU, 245 años, tan sólo 8 años ha permanecido sin declarar la guerra a otro país, y si Obama multiplicó las guerras en las que intervenía, deja el puesto a un gerente que ya en su lenguaje advierte una mayor agresividad, empezando por Cuba contra la que piensa hacer más duro el acto de guerra que es el bloqueo, acto de guerra que el gobierno de EEUU lleva perpetrando desde hace más de medio siglo, aun con la condena del mundo entero.

Para continuar en ese empuje neocolonial e imperial sin tapujos, Trump ha manifestado su apoyo a Israel animándole a seguir la colonización con la que borre el nombre de Palestina, para lo que ya ha declarado que pondrá la embajada de EEUU en Jerusalén, un acto igualmente en contra del Derecho Internacional, por tanto ilegal.

El lunes 26 de diciembre de éste año 2016 se conoce la 2ª noticia al respecto:

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, traiciona el acuerdo de 2010 con el Presidente de Venezuela Hugo Chávez para mantener como zona de paz el continente Sur de América. Juan Manuel Santos ha iniciado conversaciones con la OTAN para acordar su introducción en el Sur de América, la alianza de guerra imperial es el fusil con el que pretenden matar a los organismos de unidad del continente, UNASUR, CELAC, … traicionando el acuerdo en el que se afirma que América del Sur es zona de paz. El presidente Santos, de Colombia, además ensucia la imagen del Movimiento de los Países No Alineados, agrupación internacional que prohibe a sus Estados Miembros formar parte de alianzas militares. El gobierno bolivariano llama al gobierno de Colombia “para que atienda el llamado histórico de paz y unidad de nuestros Libertadores”. Sintetiza sus esperanzas antineocolonialistas y antiimperialistas haciendo dos llamadas: “No a la OTAN en Suramérica” “No a la guerra”.

Por último, el caso de Siria bajo el tsunami imperialista. La información imperial como arma de guerra contra los pueblos ha venido a unir a Venezuela y a Siria, en los dos países el imperio quiere quedarse con su futuro. Los dos son geoestratégicamente fundamentales para continuar su avance, hacia el Sur y hacia el Este, América y Oriente. Su objetivo es que las zonas referidas tomen la dirección de vuelta al neocolonialismo. Junto a EEUU opera Europa con intención de recuperar territorios de los que vivir.

De modo que Venezuela y Siria pagan por su libertad, los pueblos no se rinden porque tienen la esperanza de un mundo más justo. A Venezuela nos hemos referido poco más arriba, y Siria ha sorprendido hace tan sólo unos días con su victoria sobre los mercenarios pagados, entrenados, dirigidos por los imperialistas estadounidenses, sus seguidores europeos, los sionistas y Arabia Saudi y Qatar. Acabando con Siria quedaría derrotado el Eje de la Resistencia Antiimperialista, Siria, Irán, Hezbolá y la resistencia palestina. Es la geopolítica la que explica el afán occidental por apropiarse de Oriente Medio. Si las declaraciones de gobernantes estadounidenses han sido contínuas sobre el deseo de disponer de las riquezas de la zona, la que hizo el general Wesley Clark en 2007 dejaba al descubierto el infierno en el que se iba a ver el mundo: “EEUU tiene el plan desde 2001 para invadir o controlar Irak, Libia, Siria, Libano, Somalía, Sudán e Irán.” ¿Hablabamos de neocolonialismo, de imperialismo?.

Siria, un país al que se reconocía hasta en los papeles desclasificados del gobierno de EEUU, de país de éxito económico, industrial y agrícola, se iba a ver sometido a la violencia imperial, empezando por sus medios informativos, siguiendo por las presiones económicas, continuando por la violencia enviada exprofeso para terminar con un ejemplo de independencia y resistencia al neocolonialismo mediante la fabricación de una fuerza llamada Israel. Hasta un personaje cuyas siglas S.A.R., Su Alteza Real, supongo que la R es porque existe realmente no por título nobiliario, se ha prestado a salir a primer plano de la progresía a aleccionar sobre lo malos que son quienes se defienden de las agresiones del imperio. Su labor, la de generar sospechas, ensuciar el conocimiento de la realidad, generar confusión sobre los acontecimientos, empujar el desánimo y el distanciamiento hacia quienes se ven agredidos, es una tarea encargada por el imperio a indivíduos que manejan el lenguaje con suficiente ambigüedad como para pasar por equidistantes, cuando es bien sabido que los equidistantes son los primeros defensores del orden establecido por los poderosos. Hay numerosos ejemplos en la historia, puede leer usted “La CIA y guerra fría cultural”, de Frances Stonor Saunders.

Con todo, el imperio busca hacer retroceder, o rehacer el Derecho Internacional de acuerdo a sus intereses, mantenerse como potencia hegemónica para seguir robando a los pueblos que tienen algo que le interesa, y frenar su caída ante el surgimiento de iniciativas internacionales de transformación social, por eso le resulta tan importante su agente en Oriente Medio, Israel, o en América del Sur, Colombia.

Palestina, el Eje de la Resistencia para unir a los pueblos árabes. Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, el antiimperialismo en busca de la unidad de los pueblos de ese continente.

Recuerden lo que escribió Colón en su diario: “Serían unos criados magníficos... Con cincuenta hombres los subyugaríamos a todos y con ellos haríamos lo que quisiéramos.” La guerra contra el imperialismo, después de más de 500 años, continúa. Ahí están las esperanzas de independencia y soberanía de los pueblos.

 

Ramón Pedregal Casanova es autor de “Gaza 51 días”, “Dietario de crisis”, “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE.