¡Hipócrita! PDF Imprimir E-mail
Imperio - Estados Unidos
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Lunes, 06 de Junio de 2011 03:59

Obama    El emperador gringo Obama I ha tenido la hipocresía de reclamar a la República Popular China la aplicación de los derechos humanos en sus cárceles. Eso lo dice el hombre que dirige un país en el que se ejecuta la pena de muerte de varios modos a los condenados en las cárceles, a menudo después de largos procesos de varios años de duración, y que mantiene un campo de exterminio en Guantánamo, un territorio extranjero ocupado ilegalmente, en el que los presos se suicidan como único remedio para librarse de las torturas a que se hallan sometidos.

 

   Eso lo dice  el hombre que ordena a sus fuerzas de élite invadir un país soberano, asaltar un domicilio, matar a un civil desarmado, y hacer desparecer su cadáver, sin inmutarse ante las protestas del Gobierno pakistaní, y que días después ordena bombardear parte de ese mismo territorio, causando la muerte de niños y mujeres.

   Eso lo dice el hombre que mantiene a sus fuerzas armadas en tres países independientes, Iraq, Afganistán y Libia, matando a civiles sin discriminación, incluidos niños, por sucios intereses económicos. Dice que sus soldados están protegiendo a la población civil, y lo que hacen es masacrarla. Al mismo tiempo que él se dirigía amenazadoramente al Gobierno chino, en la ciudad iraquí de Tikrit se producía una explosión que causó 17 muertos y 55 heridos, en represalia por la ocupación del país. La población civil no tolera a los invasores imperialistas.

    El mismo día 3 de junio eran recogidos 150 cadáveres en las costas de Túnez, y se buscaban más cuerpos, vivos o muertos, náufragos de una lancha cargada con 850 civiles de todas las edades. Huían de los bombardeos que realiza sistemáticamente la Organización Terrorista del Atlántico Norte en Libia, por orden del emperador Obama I. Si él no hubiera iniciado esa guerra no tendrían que intentar huir los civiles de esa tierra para morir en el mar.

   El mismo día el Tribunal de Justicia de La Haya juzgaba a un militar acusado de genocidio en la antigua Yugoslavia. Ese Tribunal tendría que juzgar por crímenes contra la humanidad al ex–emperador gringo Bush II y al actual Obama I, por tener a sus fuerzas armadas en países independientes asesinando a civiles de toda condición, y también debiera juzgar y condenar a sus cómplices.

   Precisamente ese día era recibido en Madrid como un gran personaje y gran escritor Tony Blair, cómplice de los emperadores gringos en la invasión de naciones soberanas y asesinato de sus civiles. Vino a presentar la traducción de sus memorias, en las que justifica el genocidio iraquí. Casi todos los medios de comunicación se desvivieron en su agasajo, incluida la televisión pública. Es lógico, puesto que tanto el ex-presidente Aznar como el actual presidente Rodríguez son cómplices de los emperadores en sus invasiones genocidas.

   En cambio, la República Popular China es un modelo de nación pacífica, que no tiene ánimo imperialista, y que está alcanzando un grado de prosperidad nunca antes conocido. Su economía lleva camino de ser la primera en el planeta.