La extrema derecha europea apuntala al presunto socialismo español Imprimir
Imperio - Unión Europea
Escrito por Arturo del Villar / UCR   

  

Zapatero y Merkel en la Cumbre hispano-alemanaBuen día este 3 de febrero de 2011 para el secretario generalísimo del indebidamente llamado Partido Socialista Obrero, el compañero Rodríguez. Primero le llegó una felicitación enviada por el presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, líder de la Unión por un Movimiento Popular, un partido de la más rancia derecha. Apodado El Pequeño Napoleón, aunque su talla de 1,65 metros sobrepasa a la del pequeño corso, es un catolicorromano ferviente, pese a su abuelo materno judío, partidario de educar en la religión a los niños y jóvenes para incrementar sus valores cívicos. Ha perdido popularidad entre los ciudadanos, debido al malestar social originado por su política, y al nepotismo de colocar a su hijo Jean, estudiante de 23 años, para dirigir un barrio financiero cercano a París.

 

     Después recibió a su admirada patrona la canciller alemana Ángela Merkel, presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) en su país, un partido fundamentalista integrado mayoritariamente por catolicorromanos, aunque Angie, como la llaman sus votantes, es una ferviente luterana. La verdad es que Angie tiene mucho en común con los dirigentes españoles: está divorciada de Ulrich Merkel, de quien tomó el apellido, porque el suyo es Kasner, y de nuevo casada, por lo cual se iguala a la princesa Letizia, quien podría utilizar el apellido Guerrero en vez del vulgar Ortiz que luce, si en España la mujer siguiera la costumbre de tomar el apellido del marido.

   Además, Angie es química, lo mismo que el vicepresidente del Gobierno presuntamente Socialista, el conocido como Ratón Pérez. Fue una convencida comunista cuando vivía en la República Democrática Alemana, antes de su conversión, lo mismo que la ministra Rosa Aguilar. Y su patrocinador el canciller Kohl la llamaba mein Mädchen, así como la ministra y generalísima Chacón se autodefinió en un inolvidable mitin como la Niña de Felipe. Claro que esta niña resultó de cuidado, porque arremetió contra Kohl en cuanto tuvo oportunidad, y después contra su otro promotor, Schäuble, presidente de la CDU, al que quitó el cargo para ostentarlo ella. Hay quienes piensan que la Niña de Felipe está en campaña para sustituir al compañero Rodríguez en el Gobierno y en el partido; peor que él no va a ser.  

   Una semejanza más podemos considerar: la CDU ha sido acusada de corrupción por financiarse ilegalmente, igual que el partido llamado Socialista y hasta Obrero cuando lo lideraba el compañero Felipe González, el padre putativo de la Niña.

   La ideología de Angie fue descrita exactamente por Rasmussen, presidente del Partido Socialista Europeo, el 27 de octubre de 2010, en la reunión de líderes socialistas europeos celebrada en Bruselas. Afirmó que las ideas de Ángela Merkel son de extrema derecha. Entre los participantes en la reunión, como es lógico, se hallaba el compañero Rodríguez, que aplaudió fervorosamente, conforme con la opinión manifestada por su presidente.

   Sarkozy y Merkel apoyan la política del compañero Rodríguez, porque pone en práctica las consignas de la extrema derecha europea. Precisamente el día anterior a estas demostraciones de solidaridad había firmado un llamado "Acuerdo social y económico" con el presidente de la patronal, por supuesto, y con los líderes de los dos sindicatos amaestrados gracias a los fondos de reptiles. Es la culminación de su política contra los pocos trabajadores que aún resisten en el reino, y contra los jubilados.

   Por supuesto, Angie ha felicitado al compañero Rodríguez por las medidas sociales y económicas que ha adoptado, las que lo han convertido en el enemigo público número 1 de los trabajadores. Además, ha anunciado que Alemania solicita trabajadores españoles titulados, a los que ofrece los empleos que no pueden encontrar en el reino de España gracias a las medidas adoptadas por el compañero Rodríguez. Los medios de comunicación del día informan sobre las colas en el Instituto Goethe para aprender alemán, condición indispensable para los aspirantes.

   Una cualidad tiene Angie: no es rencorosa, y le ha perdonado sus estúpidos insultos al compañero Rodríguez. O quizá es que no le importa lo que diga, mientras cumpla las instrucciones que le da. Fue una de tantas meteduras de pata del compañero Rodríguez, que nos avergüenza recodar, pero es preciso rendir culto a la historia.

   El 18 de setiembre de 2005 se celebraron elecciones generales en Alemania, y quedaron empatados en votos los dos partidos mayoritarios, la CDU de Merkel y el Partido Social Demócrata (SPD) liderado por Gerhard Schröder. En consecuencia, no podía preverse quién formaría Gobierno, pero el impulsivo compañero Rodríguez se apresuró el día 19 a enviar un telegrama de felicitación a Schröder por el fracaso de Merkel, según decía, y se atrevió a hacer unas declaraciones en las que afirmó alegrarse por el fracaso de la derechista CDU.

   El día 20 en el Congreso de la Diputados le reprochó esa incontinencia el secretario general de Convergencia i Unió, Duran i Lleida: le hizo notar que no estaba segura la proclamación de canciller, y si al final resultaba elegida Merkel podría incomodarse con el reino de España a causa de esa falta de diplomacia exigible en un político. Aceptó la crítica el compañero Rodríguez, cosa inusual en él, y reconoció su error.

   Los españoles dimos en ese momento por acabado a Schröder, porque conocemos la capacidad del compañero Rodríguez para gafar todo lo que hace, dice o simplemente piensa. Y así fue, efectivamente, ya que el 10 de octubre se formó un Gobierno de coalición compuesto por ocho cristianodemócratas y ocho socialdemócratas, con Merkel como canciller. Al mismo tiempo se notificaba que Schröder abandonaba la política. El 22 de noviembre fue investida canciller la vencedora Merkel, y así se consumó el fracaso del compañero Rodríguez.

   Una muestra de la ideología que expande por el mundo la extremista Angie la dio en vísperas de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de Europa y América Latina a celebrar en Perú en mayo de 2008. Demostrando tanta falta de oportunidad diplomática como la que manifestó hacia ella el jefe del Gobierno español, propuso que los dirigentes de América Latina debían alejarse de un Gobierno como el de Hugo Chávez. Fue demasiado correcta la réplica que le dio el presidente Chávez en la televisión venezolana el día 12, recordando una desdichada interrupción que le hizo el rey de España en otra ocasión: "Si voy a Lima la voy a ver, y a lo mejor se pone se pone brava y me dice también ¿por qué no te callas? No me callo porque hay dignidad en esta tierra."

   En cambio, en Madrid se recibe a la canciller de Alemania como la salvadora de la Unión Europea. Una vez más el compañero Rodríguez tiene que demostrar la inconsistencia de sus ideas, y recibe a la que él consideró fracasada con los mayores honores. Hasta se la llevó ante su majestad el rey católico, quien, por cierto, vaciló o cojeó cuando se dirigía a saludarla. Probablemente Angie no sabrá que corbata es más horrible, si la verde del rey o la violeta del presidente.

   En la rueda de Prensa que mantuvieron los dos mandatarios al terminar el frugal almuerzo, contrastó la tartajosa oratoria del compañero Rodríguez con el torrente verbal de la canciller. Algunos políticos lamentan que el jefe del Gobierno español ignore idiomas, pero si le cuesta expresarse en el suyo propio, imaginemos el ridículo que haría si osara intentar hacerlo en otro.

   Nadie preguntó a Angie por los crímenes que cometieron los alemanes en España, al apoyar la rebelión de los militares monárquicos en 1936. Los dirigentes de Alemania no cesan de pedir perdón a Israel por el exterminio nazi de judíos, verdaderamente una muestra de inhumanidad increíble. La misma Merkel lo ha hecho: por ejemplo, el 9 de noviembre de 2008, en la sinagoga Rykestrasse de Berlín, durante una conmemoración de la llamada noche de los cristales rotos.

   En España los alemanes colaboraron en el genocidio llevado a cabo por los sublevados, y no nos piden perdón por ello. Incluso creen los historiadores que la causa de que no fracasara la sublevación de los militares monárquicoas fue la decisión de Hitler de atender la petición del ex–general Franco para que le enviara aviones con los que hacer un puente aéreo desde Marruecos a la península.

   Diez días después del golpe Hitler recibió a los emisarios del ex-general rebelde, y ordenó que salieran para Maruecos treinta Junker 52 de transporte, en los que moros y legionarios fueron traídos a la península para hacer la guerra al pueblo español. Al mismo tiempo se empezó a reclutar personal para que participase en la misma tarea: el 5 de agosto llegó a Cádiz la primera expedición de militares alemanes.

   No hay cifras exactas sobre la intervención alemana en España. Según dice Enrique Líster en sus Memorias de un luchador, vinieron en total unos cincuenta mil hombres, de los que veinte mil estuvieron permanentemente en combate. En el desfile triunfal celebrado por la Legión Cóndor en Berlín en mayo de 1939, participaron catorce mil hombres. Se calcula que el valor del material bélico enviado a España contra su pueblo superó los quinientos millones de marcos de 1939.

   Actos inolvidables de la intervención alemana son el arrasamiento de Guernica el 26 de abril de 1937 por los Heinkel 111 y los Junker 52, y el bombardeo de Almería el 31 de mayo del mismo año por un crucero y cuatro destructores nazis.

   Es indudable que sin la colaboración de Alemania hubiera sido imposible que triunfase la sublevación de los militares monárquicos. La autorización la dio Hitler, pero los que pilotaban bombarderos y cazas, los que conducían los tanques, los que manejaban las ametralladoras eran ciudadanos alemanes, muy orgullosos de asesinar al pueblo español. Por esos crímenes nadie pide perdón.

   La verdad es que si Angie hubiera pretendido rendir un homenaje compasivo a las víctimas causadas por sus compatriotas, no habría encontrado un lugar en donde escenificarlo. En Madrid hay monumentos a los luchadores del 2 de mayo de 1808 y a las víctimas del atentado terrorista del 11 de marzo de 2004, pero no a los asesinados por los militares rebeldes desde 1936. Por el contario, son los rebeldes los que conservan monumentos a su victoria, empezando por el vergonzoso Valle de los Caídos. La estancia de Angie en Madrid ha sido tan corta que el compañero Rodríguez no ha podido llevarla a visitarlo.

   Si esa escena no se ha representado, sí queda patente el apoyo de la derecha europea a la política derechísima del Gobierno apodado Socialista y hasta Obrero.

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Arturo del Villar es Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio