Revueltas Populares en el Rif: pan, democracia y nacionalismo Imprimir
Imperio - Sahara Occidental / Marruecos
Escrito por PCE   
Viernes, 09 de Junio de 2017 03:44

El pasado 28 de octubre de 2016, en el puerto de Alhucemas, Mohsen Fikri, un vendedor de pescado de 31 años, murió triturado por un camión de la basura cuando intentaba recuperar el pescado que la policía le había decomisado y había tirado al camión. A pesar de estar dentro de la torva, la policía ordenó que la pusieran en marcha. Esta brutalidad policial, que parece ficción de novela negra, ilustra el universo de poder y las relaciones sociales existentes en el RIF, la zona norte de Marruecos, donde la economía informal es permitida siempre que sea a través de sobornos y mordidas a la policía, donde la infraestructura de servicios sociales (enseñanza, sanidad…) está muy por debajo de la media de Marruecos, donde la tasa de paro y de pobreza duplica la media del estado (en zonas rurales del Rif sobrepasa el 40%), donde el analfabetismo ronda la tasa del 65%, donde no existe prácticamente tejido industrial, y donde los principales recursos económicos provienen de las remesas de inmigrantes que se juegan la vida en las pateras y de la exportación de Cannabis, de la que el Rif es el primer productor mundial, a pesar de que está prohibido su cultivo.



El asesinato del vendedor de pescado generó manifestaciones en todo Marruecos, aunque el epicentro de ellas fue Alhucemas. El pasado 27 de abril el Tribunal de Primera Instancia de Alhucemas condenó a 7 personas (policías y funcionarios) implicadas en la muerte de Mohsen Fikri a penas de entre 5 y 8 meses de cárcel. Ello generó nueva indignación y el 18 de Mayo se manifestaron en Alhucemas unas 80.000 personas, número superior al de habitantes de la ciudad, ya que acudieron manifestantes de todo el Rif a pesar del corte de carreteras y accesos efectuados por la policía.

En las manifestaciones, que no eran apoyadas por los partidos parlamentarios de Marruecos (aunque si sus filiales en el Rif) se han destacado dirigentes y oradores, hombres y mujeres que ha puesto voz a las demandas populares: Democracia y Libertad concretada en el fin de la represión y la impunidad de la policía, derogando el Decreto de militarización de todo el Rif vigente desde las movilizaciones populares de1958 que se saldaron con cientos de muertos; Fin de la marginación del Rif, con inversión del estado en sanidad y enseñanza y por supuesto reconocimiento del hecho diferencial amazigh.

Entre esos dirigentes, se destacó Nasser Zafzafi, joven en paro, que junto a más de 40 compañeros han sido detenidos, con la consiguiente repuesta popular de nuevas manifestaciones el pasado 31 de Mayo en Alhucemas, con la consigna de “todos somos Zafzafi” y la aparición en primer plano de mujeres que están tomando la palabra en las manifestaciones ante la detención de sus compañeros.

El pueblo Amazigh, mayoritario en la zona del Rif, llamados despectivamente bereberes (bárbaros) por los antiguos romanos, se extiende por todo el norte del mediterráneo africano y la vertiente atlántica llegando hasta Canarias, (donde fueron sometidos por las tropas españolas) es la población mayoritaria en el norte de Marruecos en una zona que coincide con una gran parte de lo que fue el protectorado español.

La historia moderna de los Amazigh del Rif, está llena de levantamientos populares. Desde el levantamiento contra las tropas colonialistas españolas que fueron derrotadas por Abdelkrim Alkhattabi y la proclamación de la República del Rif, que solo fue derrotada en 1926 por la conjunción de las tropas francesas y españolas, los levantamientos en 1958 contra la recién implantada monarquía, que fueron aplastadas por el ejército dirigido por el futuro rey Hassam II, las revueltas de 1984 contra la subida del precio de los alimentos básicos, que además de ser duramente reprimida fueron tachada en discurso televisado del ya rey Hassam II como obra de gente “sucia” y “chusma”.

El descontento del pueblo Rifeño con el poder central de la monarquía, se vuelve a manifestar después del terremoto que sufrió Alhucemas, en 2004, cuando más de 16.000 personas perdieron sus casas y más de 600 perdieron la vida. Las ayudas prometidas para la reconstrucción de las viviendas, llegaron tarde y mal, se perdieron por el camino o nunca llegaron como en el caso de familias que aún las siguen esperando.

Las movilizaciones populares de la llamada primavera árabe, en 2011, también fueron especialmente numerosas en el Rif y se configuraron como el Movimiento 20 de Febrero, fecha en la que se produjeron masivas manifestaciones. La represión policial dejó allí su sello, 5 jóvenes aparecieron muertos, calcinados, después de las protestas, en un crimen aún no esclarecido pero que el pueblo no duda en achacar a la policía y que expresa en la consigna “el Majzen mata” (Majzen, denominación del régimen monárquico y autocrático marroquí).

El estallido de las movilizaciones populares en el Rif que no van a parar, se suma al conflicto en el Sahara, cada vez más enquistado, pero también con protestas en Sidi Ifni y en Rabat. El pueblo marroquí quiere el fin del Majzen y más pronto que tarde, las monarquías de ambos lados del estrecho serán sustituidas por Repúblicas Democráticas, Federales y Sociales.

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Fuente: Mundo Obrero

 

En la imagen superior, Nasser Zafzafi, el líder rifeño encarcelado desde el lunes, y Nawal Benaissa.