Sobre Libia Imprimir
Imperio - Palestina, Israel y Mundo árabe
Escrito por Comité Ejecutivo del PCE   
Sábado, 17 de Septiembre de 2011 00:00

PCELa OTAN de las potencias imperialistas, después de 5 meses de bárbaros bombardeos en Libia por medio de las máquinas más sofisticadas de muerte, innumerables ataques aéreos y disparos de misiles, han revelado su verdadera naturaleza: una organización militar creada, mantenida y reforzada para saquear el mundo y dominar los pueblos, aplastar los intentos de derrocar el capitalismo, conservar y extender con la mayor brutalidad las zonas de influencia vitales a la expansión de los intereses de las oligarquías financieras que gobiernan los países capitalistas.

 

Todo el arsenal militar reunido de los Estados Unidos, de Francia y Gran Bretaña ha sido movilizado, ha paralizado el funcionamiento de los hospitales y ha empujado a un nuevo éxodo a centenares de miles de africanos que fueron a ganar su sustento aen Libia, a la vez que se ha destruido el marco político del Estado y de la sociedad opuesto a la agresión.
La intervención de las potencias imperialistas en un conflicto interno no es más que una invasión colonial que legaliza el derecho de injerencia bajo cualquier pretexto.

La resolución 1973 de Naciones Unidas sirvió de pretexto para esta intervención militar, bajo el supuesto objetivo de proteger a los civiles libios, pasándose de ese objetivo al realmente perseguido de derrocar a Gadafi, no teniendo en cuenta las reivindicaciones de otros países u organismos, como la Unión africana, Venezuela o Brasil.

Los objetivos de esta operación son claros: apoderarse del petróleo y gas libios, transformar Libia en base militar para controlar el conjunto de África, amedrentando a los pueblos tunecino y egipcio para, a su vez, impedirles transformar su sublevamiento en verdaderas revoluciones democráticas populares garantizando la justicia social y librando los países árabes de la dominación imperialista directa o indirecta.

Esos verdaderos objetivos no tienen nada que ver con un cualquier apoyo a la aspiración legítima de los pueblos árabes de poner fin al arbitrario y al despotismo de sus dirigentes.

En todo caso, es al pueblo libio, y solo a él a quien le compete decidir su sistema político, sin intervención extranjera. Jamás y en ninguna parte el imperialismo ha traído la democracia y el progreso social a un pueblo. Por donde quiera donde ha intervenido militarmente no ha sembrado más que muerte, desolación, divisiones, conflictos confesionales y étnicos. Los objetivos de los imperialistas son siempre llevar peleles a la cabeza de los Estados sometidos, como los que serán impuestos en Libia por la OTAN.