¿Monarquía, para qué? ¡República otra vez! Imprimir
III República - Libros / República
Escrito por Paco Aguilar   
Viernes, 11 de Abril de 2014 00:00
Cuando se comienza a leer la Constitución de 1978, no se puede evitar un cierto sentimiento de perplejidad desde el Art 1, que dispone los siguiente:
Ap1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Ap 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
Hasta aquí todo parece perfecto, (si hacemos abstracción de que la realidad es bien distinta) pero la cosa se complica en el Ap 3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

En este momento te entran las dudas. Porqué, ¿qué es monarquía según el diccionario de RAE? «Estado regido por un monarca». ¿Qué es monarca? «príncipe soberano de un Estado». ¿Qué significa Soberano? «Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente»
 
Vamos a ver, si n el Ap 2, la soberanía nacional reside en el pueblo español... No puede ser que en el Ap 3 la soberanía nacional la ejerza un monarca. O bien la RAE comete un error, o bien el error está en la Constitución, o en la monarquía, cuestión esta que refuerza el artículo 14 que dice «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Por lo tanto podemos afirmar que en términos semánticos la monarquía es inconstitucional.
Pero hay más, vayamos a la  Declaración Universal de los Derechos humanos que dice en si Art 1, «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos», y el Art 2: «Toda persona  tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra». Entonces ¿Son humanos los reyes? Si todos los seres humanos nacen libres e iguales ¿Porqué unos nacen reyes y otros no?  La conclusión es obvia: La monarquía es contraria a los derechos humanos.

La cuestión de la monarquía es la manifestación de un problema mucho mayor, que tiene que ver con la esencia misma de la injusticia, como es aceptar que algunas personas nacen con más derechos que otras. Sostener la causa monárquica es afirmar que hay personas superiores a otras, lo cual es dañino, es trágico, y es repugnante.

Mientras la inmensa mayoría de la población sufre las consecuencias de esta crisis-estafa la familia del rey no tiene que preocuparse de pagar una hipoteca, jamás ha tenido que abrir un negocio, ni asistir a un montón de entrevistas antes de darse cuenta de qué los empleos se ofertan son en realidad timos, nunca han padecido un atraco, el acceso a la educación de calidad no les supone ningún problema, y, por no tener listas de espera en los hospitales, ni siquiera acuden a la sanidad pública, cuando se supone que ellos son el máximo símbolo de los servicios del Estado.
La revista Forbes ha calculado la fortuna personal del Rey en 2.000 millones de euros. Se sabe que en sus inicios su patrimonio era nulo ¿Cómo ha surgido esta fortuna? ¿Dónde está depositada, en España o en paraísos fiscales? ¿Paga dicha fortuna impuestos en nuestro país? Estas preguntas deberían ser respondidas. En el resto de países con «monarquías parlamentarias» lo son. Aquí es un tema tabú y a quienes nos planteamos estas cuestiones nos llaman «extremistas radicales».

El problema es que en este país no hemos tenido una autentica democracia, hemos tenido libertades. Tenemos un rey que impuso Franco. Nunca se juzgó a los torturadores franquistas, antes al contrario, se les ascendió o se les jubiló generosamente retribuidos (para apartarlos de las comisarías, decían), no se apartó del cuerpo a los mandos del ejercito ni de la Guardia Civil, no se depuró el aparato judicial. Por el contrario nunca se ha reparado el honor de los republicanos condenados sin la mas mínima garantía jurídica por tribunales franquistas, y miles de ellos todavía siguen enterrados por las cunetas de nuestras carreteras.

Este régimen como su Jefe de Estado está dando las últimas boqueadas. Se ha caracterizado por ser un sistema absolutamente corrupto, que controló la transición hacia la democracia desde una dictadura, mediante el establecimiento de una ley electoral injusta, concebida para consagrar el bipartidismo, al servicio de los poderes fácticos, que no son otros que la casta que gobierna la banca, las empresas del IBEX, los medios de comunicación y las grandes fortunas españolas. A través de la manipulación en los medios de comunicación, el adoctrinamiento del pensamiento «políticamente correcto» intentando infundir el miedo y la coacción  a la población.
 
Paco Aguilar es  Concejal de EU en el Ayuntamiento de Sagunto.