Donde se acabaron los sueños…Volvamos a soñar Imprimir
III República - Libros / República
Escrito por Paco Arenas / UCR   
Lunes, 22 de Abril de 2013 00:00
Me sorprendo a mí mismo, siempre evite el insulto gratuito y la descalificación. Me doy cuenta que me dejo arrastrar por los acontecimientos, que en más de una ocasión cambio la ironía por el insulto, no me gusta, yo no soy ese. Me gusta hablar de poesía, no de corrupción, de mi pueblo, sus gentes y costumbres, de la libertad, de la República, de mis sueños, de poesía, de cine, de literatura, del amor…también del sexo ¿porque no? También criticar aquello que no me parece justo, pero no de malos modos, no me gusta hablar de la corrupción y lo hago, no me gusta hablar de la guerra y lo hago, tampoco me gusta hablar de la muerte, ni llamar nazi, genocida, fascista a nadie y lo estoy haciendo...
 
No me gusta utilizar palabras que ahora utilizo, no me gusta ensuciar mi lenguaje del modo que lo hago, no me gusta aparecer como un radical cuando soy dialogante y partidario del entendimiento.
 
¿Qué pasa entonces? ¿Una mutación genética o una adaptación al medio? Reconozco que este gobierno me saca de quicio, no solo agrede a la sociedad de manera sistemática y salvaje sino que ni tan siquiera guarda las formas insultando a las personas, descalificándolas, riéndose y burlándose de los ciudadanos, utilizando eufemismos que suenan a tomar por descerebrados e ignorantes a la ciudadanía. El Gobierno del país, la presunta oposición, el Régimen en sí, está podrido.
El hedor es tan grande que todo lo contamina, todo lo llena de esa sensación de que estamos, Como dice Jesús Herrera, en una guerra no declarada contra el pueblo. A un lado ellos, el rey, el presidente y su gobierno, los partidos nacionalistas, los partidos que callan y no hacen oposición, las grandes empresas, las entidades financieras, la policía… Al otro los desahuciados, los maestros, los parados, los médicos, los enfermeros, los afectados por las preferentes, los parados, aquellos que pasan hambre… Los ciudadanos en general.
 
Hoy me he levantado, critico conmigo mismo, posiblemente necesite una ducha fría para entrar en razón, para intentar despertar de esta maldita pesadilla que cada vez se extiende más, amenazando al sueño placentero que creíamos tener, amenazando los sueños… Para darme cuenta que se acabaron los sueños, que no se puede soñar con un mundo mejor, con una sociedad mejor, con la justicia o con la República, que nos han robado los sueños, nos han robado todo, que si cerramos los ojos tenemos la pesadilla y si los abrimos vivimos en la pesadilla…Nos robaron los sueños, no es tiempo de soñar, de dormir, es tiempo de abrir los ojos y la boca, es tiempo de decir basta, es tiempo de luchar porque soñando no se consigue nada cuando se vive en una pesadilla.
 
Necesitamos volver a soñar, sentir que somos personas, ciudadanos, sentirnos orgullosos de ser españoles, no avergonzarnos, saber que España no es sinónimo de desvergüenza y latrocinio, mirar a nuestros hijos a la cara sabiendo que no hemos consentido y aguantado más de lo deseable, viendo como arruinaban nuestro presente y el futuro de ellos, como les tiran fuera de su patria, “movilidad exterior”, necesitamos sentirnos orgullosos de ser españoles, necesitamos otro 14 de abril que nos vuelva la ilusión. Necesitamos volver a soñar para poder vivir la realidad de frente, necesitamos la República.
 
Hoy quizá necesite una ducha de agua fría, pero me he levantado rebelde y me la daré una ducha de agua caliente
 
Artículo también publicado en la web del autor: España por la República