Las Fuerzas Armadas con el pueblo, por el colectivo militar Anemoi Imprimir
III República - Libros / República
Escrito por Colectivo Anemoi   
Lunes, 03 de Noviembre de 2014 05:49

Un grupo de profesionales de las Fuerzas Armadas, preocupados por la deriva de la situación política y social en España en el contexto de la crisis global actual y estimulados por la creciente ola de protestas sociales, hemos decidido participar en el debate público. Queremos aportar nuestros conocimientos del medio militar para poner de relieve las amenazas y las limitaciones que el actual modelo de fuerzas armadas representan para los cambios necesarios.

 

 

En la actual situación de crisis, la soberanía popular está secuestrada por los grandes poderes económicos y financieros, nacionales y transnacionales. El pacto social establecido con la Constitución de 1978 ha perdido toda su validez. El estado de la Transición, lastrado en sus orígenes por la inclusión de los poderes económicos del franquismo, se ha convertido finalmente en un auténtico Régimen oligárquico en el que la “democracia” no es más que una declaración formal vacía de contenido.

La respuesta popular contra la crisis y, fundamentalmente, contra las terribles consecuencias de la misma, ha avanzado desde la perplejidad y el miedo, hasta la resistencia activa, pasando por las protestas masivas en la calle, la ocupación de las plazas públicas y el intento de bloquear y denunciar en sus propias sedes a los distintos poderes públicos.

La represión del estado de la Transición ha desarrollado métodos de control masivo de la población. Las detenciones arbitrarias, los cacheos y fichajes de los ciudadanos en manifestaciones y asambleas, y las amenazas a los dirigentes que alientan las movilizaciones, predicen la preparación de mecanismos de represión masivos si el movimiento popular sigue avanzando en organización, movilización y determinación en las protestas.

Las anunciadas reformas del Código Penal, de la Ley de Seguridad Ciudadana y de la Ley de Seguridad Privada, así como las que se avecinan sobre la Ley de Huelga y el Código Penal Militar, constituyen todo un repertorio de instrumentos represivos que vacían de contenido los derechos y libertades proclamados solemnemente en la Constitución, en lo que muchos analistas consideran un “golpe de estado” encubierto.

La clave de bóveda del Régimen de la Transición es la Monarquía y su conexión –constitucional y de fidelidad- con las Fuerzas Armadas. Su imagen de “salvadora” de la democracia tras el golpe del 23 F ha caído en el descrédito más absoluto.

Cada vez más las movilizaciones sociales levantan la bandera de la República. Cada vez más la exigencia de un “proceso constituyente” se plantea como el inicio de la solución a los problemas de este país, que no puede provenir de los responsables del desastre.

El Régimen resistirá apoyado en los recursos institucionales y represivos de su estado. La gran pregunta de las organizaciones sociales y políticas emergentes, de los sectores en lucha, de los que pretenden un mundo nuevo, es sobre cuál va a ser el papel de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad ante los cambios que se avecinan.

En los últimos meses se han hecho públicas diversas manifestaciones de militares que plantean la fidelidad al Rey como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, subrayando el papel que les ha reservado la Constitución como custodios de la misma y, sobre todo, manifestando la existencia de un “patriotismo militar” que está por encima de cualquier constitución y, por supuesto, de cualquier reclamo de soberanía popular.

Se plantea pues, en primer lugar, la necesidad de neutralizar la posibilidad de intervención militar cuando la revuelta popular resulte irresistible, cuando el choque social se agudice.

La obediencia de las Fuerzas Armadas al Rey debe ser definitivamente quebrada. Únicamente es aceptable que la Jefatura de las Fuerzas Armadas recaiga en quien que haya sido democráticamente elegido. La III República es, pues, inaplazable.

 

Colectivo Anemoi