Más de 100.000 personas han participado el último año de referendos y consultas sobre la monarquía autoorganizadas en ciudades, barrios y universidades. Sin embargo, para José Félix Tezanos, presidente del CIS, la monarquía no es un problema que preocupe a los ciudadanos.

Un año más el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no incluye una pregunta sobre la monarquía. El cuarto año consecutivo. La última vez que apareció la pregunta que valoraba del 0 al 10 la confianza en la Monarquía en el Barómetro Político fue en abril de 2015. Ese fue el primer examen demoscópico de Felipe que apenas alcanzó 4.34 puntos (un poco mejor que la última que obtuvo su padre Juan Carlos -3.73- un año antes, pero muy lejos del notable 7.7 que obtenía la casa real en los años 90, en pleno auge del neoliberalismo).

Para el presidente del instituto demoscópico público, José Félix Tezanos, la pregunta es irrelevante y carece de interés, como respondió este miércoles ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, preguntado por Joan Mena, diputado de En Comú.

Cuando la desafección con la institución monárquica es un hecho indiscutible, para Tezanos evidentemente no lo es. Tal vez las más de 30 plataformas que nos hemos organizado en universidades de todo el Estado para realizar referendos sobre la monarquía no hemos sido suficientemente claras; ni los 23 barrios y pueblos que han realizado las consultas hasta el día de hoy; ni las más de 100.000 personas que han participado en todas ellas, ni el casi 90% que en ellas hemos votado por la abolición de la monarquía, ni la juventud exigiendo procesos constituyentes para decidirlo todo, ni las universidades, barrios y pueblos que siguen sumándose y organizándose para llevar adelante consultas sobre la monarquía y seguir cuestionando esta institución.

Tezanos dice que no preguntan sobre la monarquía porque el CIS sigue criterios de actualidad. ¿Pero acaso no es de actualidad que más de 60.000 estudiantes en más de 30 universidades públicas (casi el 70% del total) se hayan pronunciado a favor de abolir la monarquía por considerarla una institución reaccionaria y medieval? Ridículo.

Otra de las insólitas explicaciones que pudimos escuchar en su comparecencia parlamentaria este 30 de enero es que en otras instituciones similares y centros universitarios de países donde hay monarquía no han detectado que se pregunte sobre la monarquía. Dejando aparte lo falaz del argumento “es que en otros países monárquicos tampoco preguntan”, y aprovechando para extender nuestro reclamo de cuestionar a la monarquía allende nuestras fronteras, resulta una ofensa a la inteligencia negar la existencia de preguntas sobre la monarquía en las encuestas mientras los referendos construidos a partir de la autoorganización de estudiantes, trabajadores y trabajadoras, vecinos y vecinas se multiplican por el Estado.

El motivo (no tan) oculto por el cual el CIS no pregunta sobre la monarquía se puede leer más bien en la mala valoración que obtiene la monarquía en las últimas encuestas realizadas, como la que realizó Podemos a finales del año pasado en las que un 54% se mostró a favor de realizar una consulta vinculante, la institución era mayoritariamente relacionada con la corrupción y el rechazo entre la juventud quedaba patente.

E incluso en las propias encuestas hechas por el instituto público, como aquella de septiembre de 2018 en la cual un 69,6% de la población se mostraba a favor de una reforma de la Carta Magna de 1978.

Aunque el CIS intente sacar a la Corona de la agenda como una medida para preservarla, esta seguirá siendo un problema que preocupa a la población en el Estado español. Porque nos preocupa la enésima subida de sueldo de la familia real y su último gasto excéntrico mientras la mayoría seguimos sufriendo los recortes y hasta 617.000 familias no reciben ningún tipo de ingreso. Nos preocupa, también, el papel de la monarquía refrendando la represión al pueblo catalán mientras los presos catalanes son trasladados para comenzar los juicios en los que les pedirán hasta 25 años de cárcel.

Tampoco pasa inadvertido el papel de la monarquía cuando el Rey decide pasar su cumpleaños pasando revista a las tropas españolas en Irak llevando a cabo un ejercicio de reafirmación y legitimación imperialista en un momento en el que precisamente el imperialismo estadounidense y de la UE impulsa un golpe en Venezuela que terminará pagando la clase trabajadora.

Y también nos preocupa la perpetuación de una institución absolutamente antidemocrática que hace negocios con la dictadura de Arabia Saudí, una monarquía impuesta que pretenden que herede una juventud que no le debe nada a este régimen más que precariedad y represión. Una institución patriarcal en su esencia que nos quiere súbditas y ante la brecha salarial que sigue por encima del 20%, ante los 97 feminicidios de 2018.

Ya es hora de que podamos hablar y decidir sobre una monarquía heredera del franquismo, broche de este régimen del 155 enemigo del derecho de los pueblos del Estado a la autodeterminación nacional, de la ley (anti)partidos, la represión, la ley mordaza, la inviolabilidad de la corona, las devoluciones en caliente, los feminicidios o las reformas laborales. Por eso, aunque no quieran preguntarnos, nuestra voz será escuchada. Es el momento de continuar con la organización del movimiento antimonárquico, las movilizaciones, la coordinación y la confluencia con otros sectores en lucha como el enorme movimiento de mujeres. Hemos venido a cuestionarlo todo, porque queremos decidirlo todo.

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Fuente: Izquierda Diario