España: República o el caos Imprimir
III República - III República
Escrito por Ángel Pasero /UCR   
Viernes, 17 de Agosto de 2018 04:17

In memóriam José María Coronas

La multicultural nación española, vive una larga noche del fascismo que dura ya 80 años. Los primeros cuarenta años, bajo la bota genocida del dictador Francisco Franco que sembró España de cadáveres de miles de víctimas asesinados por defender sus ideas republicanas y democráticas. Aun hoy, son más de 100 mil los asesinados que permanecen en cunetas, fosas comunes y en los parajes más insospechados del territorio español, todo ello bendecido por la Iglesia Católica, salvo raras excepciones, que incluso algunos componentes del clero regular que también fueron asesinados por el fascismo que impregnó toda la vida cotidiana en la dictadura franquista.

Desde la muerte del dictador en 1975, y tras la aprobación de la Constitución de 1978, pareció que la democracia ganaba terreno al fascismo, si es cierto que en términos formales así fue, pero no en el terreno político ya que los herederos de aquella dictadura siguieron y siguen, rigiendo los destinos de España disfrazados de demócratas de siempre. No solo no se llegó a la Ruptura Democrática, sino que se llegó en 1978 en lo que se dio en llamar modélica Transición española, que ya en 1977, se dotó de una Ley de Amnistía, que blindaba a todos los asesinos y torturadores al servicio de la dictadura. España, aun hoy, en 2018 no ha salido de la larga y negra noche del fascismo, ya que sus cachorros campan libremente y crecen por toda la geografía española.

No debemos olvidar que España, fue el único país que se enfrentó y frenó al fascismo en 1936. El pueblo español, la clase obrera y campesina, las clases populares, sin el apoyo del ejército ni organizaciones políticas, salieron a la calle sin más armas que sus manos, su valentía, su condición de clase, para parar el golpe fascista de los militares que traicionaron su juramento de fidelidad a la República española. Las clases populares, el 7 de noviembre de 1936, impidieron que las mercenarias tropas marroquíes y legionarias, ayudadas por las armas y tropas fascista italianas y de la Alemania nazi, no pudieran tomar Madrid, dando así lugar a una cruenta guerra civil que duraría tres largos años, que terminó con la derrota de la República y las ansias de democracia, libertad y una mejor calidad de vida para ellos sus hijos y generaciones venideras.

Ahora, cuando estamos en el año que se cumple el 40º aniversario de la promulgación de la Constitución vigente, el tímido despertar democrático se ve convulsionado por la decisión del Gobierno del PSOE, de ejecutar un acuerdo tomado en el Congreso, cuando gobernaba el PP, es decir; exhumar los restos del genocida general Franco del mausoleo faraónico que él se hizo construir en la sierra madrileña del Guadarrama, en el paraje de Cuelgamuros bautizado –la Iglesia Católica está por medio- como Valle de los Caídos, horadado en la piedra serrana por los presos políticos republicanos.

Más de 600 militares, generales, almirantes, jefes, oficiales, han firmado un manifiesto en Memoria del general Franco, Franco el militar, no el político, como si los miles de asesinados bajo la bota de la dictadura franquista durante cuarenta años, no hubieran existido. Este grupo de militares forman el núcleo duro del fascismo en la Fuerzas Armadas. Ante esto, el Gobierno de Pedro Sánchez y su ministra de Defensa, no dice nada. Hoy son más de 600 los firmantes, no es descabellado pensar que en nada pueden ser miles los firmante y veremos como se les para. Junto al silencio del Gobierno, está el del Congreso de los Diputados y los partidos políticos que lo integran, que aun no han denunciado con fuerza esta agresión fascista de un sector del Ejército que se supone son los garantes del orden establecido y no respetan las reglas del juego democrático, heredado de la modélica Transición, que al cabo de cuarenta años, solo tiene una salida; la ruptura democrática y la proclamación de la República.

El rey Felipe VI, que con tanta vehemencia se dirigió a la ciudadanía española el pasado 3 de octubre de 2017, exigiendo al Rajoy actuar con contundencia contra el pueblo catalán que el día 1 de ese mes y año, quiso ejercer su derecho de acudir a las urnas para decidir su destino como pueblo. Ese día, Felipe VI, no tuvo ninguna frase contra la contundente actuación de las fuerzas de orden público que reprimieron con saña al pueblo catalán, tomando partido, el rey, por una parte de la sociedad catalana y exigiendo al Gobierno, actuar haciendo entrar en vigor el artículo 155 de la Constitución del 78, que es la forma eufemística de aplicar el Estado de Excepción en Cataluña.

Pues bien, ahora, el rey Felipe VI jefe supremo de las Fuerzas Armadas, también guarda silencio ante el movimiento de defensa del fascismo de los militares nostálgicos del franquismo, salvaguardas de aquella barbarie que aun continúa. Felipe VI, ni frena esta deriva fascista, ni ordena a los militares nostálgicos que se pongan en posición de firmes y en primer tiempo de saludo, ni les ordena retirar esa misiva que tanto daño hace a nuestra débil democracia. Ni se aleja del pasado franquista que restauró la corona, por lo que debe dar un paso atrás y dejar sea proclamada la República.

La esencia del Ejército históricamente es estar ligado al poder, (véase la Historia del Movimiento obrero desde el siglo XIX) en contra de las clases populares a las que reprimió con dureza al igual que los pueblos del Estado español que buscan su autodeterminación.

Si desde la Casa Real, el Gobierno, el ministerio de Defensa, los partidos políticos parlamentarios, no se dice nada, tendrá que ser la ciudadanía, quien tome la iniciativa y alzar nuestra voz contra el avance del fascismo de forma colectiva.

España necesita recuperar la República, derrocar y desterrar la monarquía, borbónica que fue abolida por la II República española y restaurada –sin rey-, en 1947, por el genocida general Franco y recuperar las libertades, que el sistema capitalista neoliberal que gobierna España, cada día recorta más. La ciudadanía española, comprometida con la libertad y la república, no mira hacia atrás, sino hacia adelante con un proyecto nuevo republicano, laicista, feminista. República es abolir y suprimir todos los obstáculos para que la ciudadanía pueda organizar libremente la defensa de la escuela pública, de la sanidad y los servicios sociales, del derecho efectivo a la vivienda. República es separación de la Iglesia y el Estado, reforma agraria y nacionalización de la Banca y de las grandes empresas energéticas y de comunicaciones. República es la defensa de los derechos obreros y las pensiones, acabar con las reformas laborales. República es una justicia al servicio de la sociedad, basada en la elección democrática de jueces y fiscales. República es que los pueblos puedan decidir cómo gobernarse y cómo relacionarse, para establecer una verdadera democracia.

Las reivindicaciones por las que se movilizan los trabajadores, los jóvenes, los pueblos y la lucha feminista encuentran en las instituciones del régimen, al servicio del capital financiero, el rechazo sistemático. y en muchos casos es desde esas instituciones desde las que se organizan los recortes de conquistas obreras y derechos, sociales y democráticos.

El régimen monárquico español, pasa por una de sus mayores etapas de desprestigio, sumido en la corrupción que tiene en la cárcel al marido de una hija y hermana de rey, A las pocas semanas de entrar en prisión, Iñaki Urdangarín, aparecen las declaraciones de la testaferra confesa del rey emérito, Juan Carlos I, Corina zu Sayn-ittgenstein, pese al manto de silencio en torno a la monarquía, cayó como una bomba la confirmación por parte de Corina de algo que todo el mundo suponía; los mismos que financiaron ilegalmente al Partido Popular para hacer negocios, habrían financiado ilegalmente a la monarquía para hacer negocios. La estrecha relación entre la dictadura saudí y la monarquía española, se engrasaba con comisiones millonarias. Cabe pensar que el balonmanista Iñaki Urdangarín, no era un delincuente que actuara en solitario. Veremos que más escándalos surgen. La corrupción se ha llevado por delante a un presidente del gobierno con el partido que le sustenta. El recambio, aunque con la vitola de socialista, es más de lo mismo; mantiene los presupuestos del PP, aprobados con su voto en contra, porque son los que quiere Bruselas y Angela Merkel.

Cuando nos presentamos como republicanos, nos quieren ver como extremistas radicales, cuando lo que pedimos es un régimen que va más allá de las ideologías. La república es la esencia misma de la democracia.

Dice la vigente Constitución española, en su artículo 1º. Apartado 2. Que La soberanía reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

Bien, todo perfecto; la soberanía reside en el pueblo, algo que salta por los aires cuando, en ese mismo artículo, aparto de 3, se señala que La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Aquí todo son dudas; si la monarquía es el Estado regido por un rey, que no es otra cosa el soberano de un Estado, vamos que ejerce o posee la autoridad suprema que usa de forma independiente.

Desde la restauración monárquica en 1947 (un reino sin rey) hasta su concreción en 1969, en que el dictador nombre su heredero a Juan Carlos de Borbón (Príncipe de España), que en 1975 y a la muerte de éste pasó a ser rey como Juan Carlos I, jurando las leyes de la dictadura y convirtiéndose en dictador a título de rey. Y como tal heredero de Franco, sancionó –que no juró-, la Constitución de 1978.

Tras la llegada al poder del PP con mayorías absolutas, primero en 2000 y posteriormente en 2011, no hay atentado contra la dignidad del pueblo que no se haya cometido; abuso que no se haya perpetrado; inmoralidad que no haya transcendido a todos los órdenes de la Administración pública, para el provecho ilícito o para el despilfarro escandaloso, amiguismo y corrupción generalizada La fuerza ha sustituido al derecho; la arbitrariedad, a la ley; la licencia, a la disciplina. La violencia se ha erigido en autoridad, y la obediencia se ha rebajado a sumisión. La incapacidad se pone donde la competencia se inhibe. La jactancia hace veces de valor, y de honor de desvergüenza. Hemos llegado por el despeñadero de esta degradación, al pantano de la ignominia presente. Para salvarse y redimirse, no le queda al país otro camino que el de la revolución. La Ruptura Democrática y derrocar a la monarquía.

El pasado 1 de junio, Pedro Sánchez, ganó por primera vez en la historia democrática reciente, una moción de censura contra el presidente gobernante. Fue el propio Mariano Rajoy, secundado por sus mariachis, quienes salieron en tromba para denunciar la jugarreta de Sánchez, al que acusan de llegar por la puerta de atrás a la presidencia del Gobierno, ya que –según ellos-, son las urnas quienes dan o quitan esa presidencia, en un ejercicio de cinismo para seguir en la poltrona para seguir amparando la corrupción generalizada que tienen en su propio partido.

Luego están los corifeos tertulianos junta letras que jalean esta posición cínica de los por fin, defenestrados, los salva patria, los de la España que se rompe, los que dicen que Sánchez se apoya en terroristas, los defensores de las esencias patrias, deliberadamente ignoran la Constitución que contempla la moción de censura e insisten en la ilegalidad de esa herramienta parlamentaria de la Constitución del 78 hecha a su medida y semejanza y arrastran a una ciudadanía ignorante e incauta que les sigue la corriente y que como mansos corderos sigues sus diatribas mentirosas.

Para ser presidente del Gobierno –en todos los países europeos se le llama primer ministro, no es necesario encabezar una lista partidista; basta con ser español/a, ser mayor de edad, carecer de antecedentes penales y obtener la confianza de la Cámara. En los años 90 del pasado siglo, ya hubo algunos intentos de imponer un presidente del gobierno al pueblo español.

Por cierto ningún obispo felicitó ese viernes. 1 de junio, a Pedro Sánchez cuando el líder socialista se convertía en nuevo presidente del Gobierno. En su toma de posesión, por primera vez en la historia de la democracia española, Sánchez ha prometido el cargo ante la Constitución. No hubo ni Biblia ni crucifijo sobre la mesa de Zarzuela.

No es que Pedro Sánchez y su política, que ya quisiéramos fuese socialdemócrata, sea la panacea, pero si algo hay que agradecer al líder del PSOE, es que haya desalojado del poder al franquista PP, que en sus años de mayoría parlamentaria, practicó una política autoritaria.

Confiemos que el prometer el cargo sin crucifijo ni biblia, sea un paso adelante cara a un estado laico, que derogue la LOMCE, que desarrolle y haga cumplir la ley de memoria histórica, que denuncie las leyes laborales de su propio partido y las del PP, mucho pedir a un dirigente que se estrena aceptando los PGE que votó en contra y que ahora por la trágala que le impone la Merkel y compañía ha de poner en práctica.

Y ni por asomo desde el republicanismo, se nos ocurre pensar que Pedro Sánchez rompa con la Transición, apueste por una Ruptura Democrática, abra un proceso constituyente que permita la proclamación de la III República.

Aunque Pedro Sánchez, legítimo presidente del Gobierno, debe saber que España necesita recuperar la República, derrocar y desterrar la monarquía borbónica restaurada por el genocida general Franco y recuperar las libertades, que el sistema capitalista neoliberal que gobierna España, cada día recorta más.

Pensamos quienes trabajamos por derrocar a la monarquía –nunca nos cansaremos de repetirlo-, borbónica restaurada por Franco, abrir un proceso revolucionario que nos lleve a la redacción de una nueva Constitución republicana que abra paso a la III República.

Es preciso crear y fortalecer Comités para la Alianza de Trabajadores y Pueblos (CATP), para trabajar por la República, que deje a los pueblos que forman el Estado español, que ejerzan su derecho a la autodeterminación y organizarse y federarse si así lo desean, para edificar una República de toda la ciudadanía.

Organizar reuniones de éstos CATP, con todos los sectores afectados por el régimen monárquico e implicarles en la lucha por la República; Pensiones, Sanidad, Enseñanza, Universidad, Parados, Feministas, Laicistas, etc. En suma, organizar en la práctica el movimiento republicano con sectores reivindicativos. Y referentes movilizadores; Renta Básica. Marchas de la Dignidad, Bebés Robados…

Quienes estamos en la lucha por este proyecto democrático, sostenemos que hemos de dotarnos de una carta/manifiesto, en positivo, reflexionando sin sectarismos y buscar acuerdos contra la monarquía y por la República. Todo esto no es posible sin la implicación de la clase obrera, de la clase trabajadora que ve como cada día se recortan más sus derechos. Sin su vinculación con la clase obrera, la juventud y la mujer, que se organizan y luchan por sus reivindicaciones concretas el reto por la república puede quedarse relegado a un planteamiento ideológico y nostálgico. En este proceso se tienen que implicar los sindicatos de clase y los partidos políticos que se reclaman de izquierdas.

El Código Penal español, necesita derogar, más que reformar artículos tan antidemocráticos y paternalistas como el 315.3 que castiga con duras penas a los sindicalistas y trabajadores, que informen a sus compañeros de los objetivos de una huelga y la necesidad de ésta. El artículo 525, es un vestigio de la trágica inquisición y del nacionalcatolicismo que aun nos rige; ese artículo, penaliza lo que llama menosprecio de la religión católica, ahí es nada.

Dicho esto, proponemos el siguiente compromiso de acción para los próximos meses:

COMPROMISOS DE ACCIÓN 2018 POR LA REPÚBLICA

Las personas y organizaciones republicanas del Estado español, nos reiteramos en nuestra firme defensa de los valores republicanos de Libertad, Igualdad, Fraternidad, Feminismo, Laicidad y Justicia. Manifestamos nuestra voluntad de vivir en un país de ciudadanas y ciudadanos libres, iguales y fraternos.

Ante toda la ciudadanía hacemos público nuestro compromiso de trabajar de manera unitaria y estable a favor de la caída de este Régimen Monárquico corrupto y antidemocrático, que sólo actúa en beneficio de una oligarquía de privilegiados y explotadores.

Denunciamos que tras cuarenta años de la llamada Transición, hay mujeres desempeñando trabajos que tradicionalmente estaban reservados para los hombres; cada vez son más las mujeres que participan en la vida pública, hay ministras, parlamentarias, alcaldesas y concejalas… Pero la realidad es que cuesta mucho más a las mujeres que a los hombres hacerse visibles y existe una doble discriminación horizontal y jerárquica, según la cual a la mujer se le ponen más dificultades para realizarse, profesional y personalmente. Desde nuestro proyecto republicano, luchamos contra la doble explotación, de clase y de género. La superación del capitalismo no conlleva la superación del patriarcado,

Es nuestra firme voluntad que este esfuerzo unitario transite por vías pacíficas y democráticas, desembocando en un Proceso Constituyente republicano que alumbre la República que necesitamos en nuestro país. Asumimos trabajar en estos:

NUESTRO COMPROMISO POR LA III EREPÚBLICA

Nos comprometemos a trabajar conjunta y simultáneamente en toda España a favor de las siguientes acciones unitarias:

1º.- Crear una Plataforma Unitaria Republicana a nivel estatal, con las organizaciones republicanas existentes en toda la geografía nacional, sin que éstas, pierdan su propia personalidad. La Plataforma Republicana prestará su apoyo activo a todas las demandas de reforzamiento organizativo que le sean solicitadas por las diversas plataformas unitarias de cada comunidad, provincia, ciudad o pueblo.

Igualmente, promover a nivel estatal el encuentro y coordinación de los colectivos y las personas republicanas que se manifiestan activas en los ámbitos feministas, juveniles, artísticos y culturales de nuestro país.

2º.- Coordinarse con las Plataformas unitarias Republicanas realmente existentes en los diversos ámbitos territoriales del Estado español, con el objeto de estudiar las posibilidades de futuras acciones coordinadas.

3º.- Establecer con los diversos espacios unitarios y movimientos sociales existentes en el ámbito estatal relaciones estables de comunicación y coordinación que nos permitan futuras acciones reivindicativas conjuntas de carácter social, económico y político.

4º.- Promover la conmemoración unitaria de todas las efemérides Republicanas, en todo el territorio español. Sobre los siguientes ejes de acción política republicana:

a)- Denuncia del Régimen Monárquico que, a través de su antidemocrática Constitución de 1978, secuestra los derechos políticos soberanos perdidos en la llamada Transición.

b)- Reivindicación de la República como herramienta imprescindible para la liberación social y política de España.

5º.- Movilizarnos no solo en fechas emblemáticas republicanas, sino hacer diariamente pedagogía republicana y crear conciencia y tejido republicano entre la ciudadanía.

6º.- En torno al 14 de abril convocar de manera coordinada en el conjunto del Estado español, manifestaciones y otras movilizaciones por la República.

7º. Participar en otoño próximo en la reunión estatal de CATP junto con delegados de los agrupamientos de trabajadores que luchan por la defensa de las pensiones, de profesores y alumnos en defensa de la enseñanza pública y contra la, LOMCE, de trabajadores y sindicalistas por la derogación de las reformas laborales, y la derogación de los artículos 315.3, y 525 del Código Penal, etc.

8º.- Convocar en el otoño de 2018 un acto público, masivo, con fuerte contenido político como denuncia de la monarquía restaurada por el franquismo, por la República de manera coordinada en el conjunto a celebrar en Madrid.

9º.- Celebrar en torno al 18 de julio una Jornada por la Libertad, de manera unitaria en toda España. Impulsando para ello acciones contra el fascismo y contra el reforzamiento autoritario y represivo del Régimen Monárquico, cada vez más patente en todos los ámbitos sociales y políticos del conjunto territorial del Estado.

10º.- Organizar unas Jornadas de Debate Republicano de ámbito estatal, bajo los acuerdos que se tomen en la Plataforma Unitaria Republicana Estatal.

11º.- Mantener y reforzar el funcionamiento de una hoja de ruta Republicana y de los distintos canales que posibilitan el conocimiento y difusión general de nuestra Agenda Republicana. Igualmente, promover a través de dicha hoja de ruta la difusión de aquellos documentos que favorezcan el debate republicano impulsado por las Plataforma Estatal Republicana.

12º.- La República de los trabajadores, tiene entre sus prioridades recuperar el estado de bienestar perdido en los últimos años por las políticas capitalistas neoliberales que como sistema global se quiere imponer en todos los países, contra las clases más desfavorecidas.

Estas son las soluciones políticas para España; la República, o el caos.

 

Ángel Pasero. Militante del PCE. Secretario Federal de Unidad Cívica por la República (UCR). Secretario de Asociación Civil, Milicia y República (ACMYR)