Todos recordamos, con la emoción y la razón que esa cita tuvo, la noche electoral del pasado 20-D, cuando Pablo Iglesias Turrión mencionó durante su discurso en la Plaza del Museo Reina Sofía los nombres de Manuel Azaña, Francisco Largo Caballero, Pepe Díaz, Andreu Nin, Clara Campoamor, Margarita Nelken, Federica Montseny y las Brigadas Internacionales, entre otros.

Se trataba de reconocer, en tan señalada fecha, una memoria histórica largamente secuestrada y manipulada, adscrita al primer periodo democrático de la Historia de España, vinculado con la Segunda República. Pues bien, que hasta un centenar de ciudades del país celebren este 14 de abril diversas conmemoraciones en recuerdo del octogésimo quinto aniversario de la proclamación de aquella República, en las que participarán como convocantes distintas organizaciones políticas y sociales, y que Podemos no forme parte de las mismas, me parece lamentable. No lo sería tanto de no haber recurrido Pablo Iglesias a los nombres que de modo tan intenso gritó en la citada noche. Nunca la voz, la cultura y los sueños de un pueblo  volaron tanto como aquel 14 de abril de 1931, y eso es algo de lo que seguimos pendientes, Pablo Iglesias Turrión. De ello dejaron constancia los mejores poetas de aquel siglo asesinados en su propia tierra ofallecidos en el exilio, y también en las cárceles de la dictadura franquista.

No sólo de pan vive el hombre.
Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan;
sino que pediría medio pan y un libro.
Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan.

Federico García Lorca

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Fuente: Diario del aire