14 de Abril, República o barbarie PDF Imprimir E-mail
III República - III República
Escrito por Plataforma de Ciudadanos por la República   
Miércoles, 30 de Marzo de 2011 00:00

14 de Abril, República o barbarieLo afirmó Rosa Luxemburgo en 1914: socialismo o barbarie, es decir, negarse a aceptar la barbarie de la guerra mundial impuesta o luchar por el socialismo. La monstruosa traición a la humanidad que hizo la socialdemocracia europea hace casi un siglo es bien conocida; sólo unos pocos supieron estar a la altura del reto, Luxemburgo, Lenin, Jaurès. La socialdemocracia renunció a luchar por el socialismo y se plegó al dictado de una guerra atroz nacida del liberalismo capitalista de su época y que condicionó todo el siglo XX. Hoy, un siglo después, la situación es, si cabe, más peligrosa que entonces (es la viabilidad de todo el sistema ecológico y social humano lo que está en juego), y nos encontramos con una traición parecida.

 

Nunca hemos vivido en los últimos años una situación tan terrible como la que vivimos este abril de 2011. En estos días, en los que conmemoramos un día feliz en el que el pueblo español proclamó su sueño de libertad y solidaridad y lo llamó República, cuando una vez más desde el presente hacemos ver la necesidad de rescatar esos valores para construir un futuro más justo aquí y ahora, nos estamos encontrando amenazas muy graves.

A los peligros que se ciernen sobre las libertades y los derechos civiles y sociales se une en esto momentos la catástrofe nuclear vivida por Japón. En pocos días, los ejemplos de dignidad y esperanza que los pueblos árabes de Túnez y Egipto dieron al mundo en esta época de incertidumbre se han visto ensombrecidos por el baño de sangre en Libia, el renacer del imperialismo y la desmedida hipocresía de los poderosos, el acoso de una lucha de clases durísima emprendida por una derecha bárbara y desmedida que se apresta a tomar el poder y destruir lo que queda que pueda oponerse a sus planes de dominación total; pero sobre todo, más allá de procesos políticos coyunturales como elecciones o gobiernos, nos encontramos ante un peligro cierto de colapso social serio por la combinación de crisis que se está dando. Crisis energética, crisis ecológica, crisis por el calentamiento global, crisis social, crisis política. Lo terrible de la situación planteada nos lo da, además, la falta de instrumentos válidos de lucha para combatir. La sensación de aislamiento, de impotencia ante los desafíos planteados, se extiende. Sin embargo cada día es más clara cuál es la solución:

Necesitamos desarmar a los poderosos que nos imponen una marcha suicida camino del desastre total, ecológico, social, ambiental. No son palabras o temores infundados, hay pruebas sobradas del peligro.

Necesitamos denunciar y desenmascarar a los que cínicamente dicen representarnos y se ponen al servicio del poder bajo formas o discursos diversos sin hacer nada para combatir esta situación.

Necesitamos unirnos para defender entre todos la dignidad humana y la posibilidad de vivir en paz y en libertad, con derechos sociales y políticos para todos frente a las voces del odio, de la disgregación social, del racismo y del más cruel darwinismo social que pugna por imponerse condenando a la muerte y a la miseria a la mayoría de la humanidad.

Necesitamos, en suma, un gobierno del pueblo, al servicio del pueblo.

A esta necesidad, nosotros la llamamos República.

Una república donde se imponga el bien común y el derecho a la supervivencia de todos, donde todos los esfuerzos se encaminen a intentar asegurar para la población una vida digna y humana, y donde el interés particular o privado no tenga ningún derecho a sacrificar el interés público.

Es preciso unirnos en torno a un programa claro y firme.

Hay que nacionalizar de inmediato sectores estratégicos como la energía (producción y distribución), la Banca y las grandes constructoras, para así poder poner fin a las agresiones que se están sufriendo y poner todo el potencial del país al servicio de las necesidades de los ciudadanos.

Hay que garantizar una Renta Básica a todos los ciudadanos y desarrollar los servicios públicos al máximo, poniendo la salud y la educación como prioridades.

Hemos de poner freno al auge de sectas e integrismos de todo tipo, defendiendo un estado laico y la educación pública

Hemos de asegurar nuestra independencia y soberanía de forma solidaria con todos los pueblos, desarrollando una política exterior en ese sentido.

Es imprescindible que toda la riqueza y el conocimiento de la nación se pongan al servicio de los ciudadanos, para garantizar la supervivencia de todos ante los difíciles retos que tenemos planteados.

La República del pueblo no es una simple opción más, es el único camino que nos queda si queremos salir adelante.

En el corto plazo, en el desafío cercano, inminente, de las elecciones municipales, corremos el riesgo de perdernos todos en circunstancias anecdóticas o coyunturales: Es un drama el panorama político que se nos presenta en ellas, con una clamorosa división de la izquierda y el papel jugado por los que dicen ser sus representantes mayoritarios. En esta ocasión tan cercana tenemos todos la obligación de hacer lo posible por unirnos y conseguir los apoyos ciudadanos necesarios para lograr poner las instituciones al servicio del pueblo. Necesitamos candidaturas republicanas, valientes, unitarias, decididas, conscientes. Es preciso expulsar de la política a los cínicos. Necesitamos que la voz y la voluntad de los que luchan se oiga donde se tiene que oír y se pueda combatir a la derecha y a las políticas de derecha para poder desarrollar las políticas de cambio y transformación social que la situación exige.

Los ayuntamientos son los espacios reales donde vivimos nuestras vidas cotidianas. Es mucho lo que puede hacerse desde el ámbito municipal. Gestión directa, abandono de las subcontratas, lucha contra la corrupción, apoyo a cooperativas, políticas ecológicas, autosuficiencia energética, servicios sociales, son muchos los espacios donde combatir y por donde avanzar. Es necesario construir la República desde abajo, pueblo a pueblo, ciudad a ciudad.

Es necesario decir no, es necesario decir basta, y avanzar con todos los partidarios de la unidad y de la lucha, desde el ejemplo, desde la coherencia.

La combinación de crisis que se sufre es brutal. Es mucho lo que está en juego. El aumento del coste de la energía no es coyuntural, hay procesos profundos de cambio muy peligrosos y que van a suponer un salto cualitativo en la situación en muy poco tiempo. O forjamos entre todos instrumentos de lucha adecuados o se perderá una batalla que no podemos perder.

La Plataforma de Ciudadanos por la República hace un llamamiento a todos. Necesitamos entrar en contacto, reconstruir espacios comunes de lucha y trabajo, candidaturas solventes en las que se pueda confiar y que formen parte de esta lucha que es de todos. Estamos ante una batalla global, donde se hacen necesarios organismos de poder popular y representación política para hacer frente con éxito a lo que se nos viene encima. Ni un voto a los cínicos, a los burócratas, a los que se escudan bajo siglas franquiciadas y prostituyen las necesidades y las ilusiones de los trabajadores y el pueblo.

Empecemos por lo más cercano, por los ayuntamientos y comunidades autónomas, pero sobre todo por forjar lazos de unidad basada en el ejemplo y en el trabajo político, sindical, social entre los ciudadanos. Necesitamos construir un contrapoder social desde abajo, reconstruyendo el tejido social que fue destruido por la dictadura, la transición, y es machacado cada día por el dictado neoliberal que se nos impone.

Por la REPÚBLICA DEL PUEBLO

Por la SUPERVIVENCIA DEL PUEBLO

Por la UNIDAD frente al dictado de las oligarquías que están dispuestas a sacrificarnos a todos.

APOYAD LAS CANDIDATURAS REPUBLICANAS

APOYAD LA UNIDAD DE ACCIÓN POLÍTICA, SOCIAL Y SINDICAL

POR LA TERCERA REPÚBLICA

Fuente: http://colectivorepublicanoamachado.wordpress.com