Dos hombres buenos: Sacco y Vanzetti PDF Imprimir E-mail
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Escrito por Gustavo Sierra / La Zamarra de Gustavo   
Martes, 16 de Agosto de 2011 04:18

 

Sacco y VanzettiEl 23 de agosto de 1927, por un crimen que no cometieron, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, emigrantes italianos en los Estados Unidos y anarcosindicalistas, fueron ejecutados en la silla eléctrica. El hecho conmocionó al mundo, porque a pesar de las muchas pruebas que hablaban a su favor, el tribunal mantenía su voluntad de asesinarlos; junto a esto, los comentarios racistas hacia los inmigrantes de Frederic Katzmann, fiscal del distrito –que, irónicamente, descendía de inmigrantes alemanes-, y la prensa, la coacción de grupos ultras sobre los testigos, y que, poco a poco, durante el proceso, se desvelaba cada vez más evidentemente que, con la figura de los dos anarquistas italo-americanos, el gobierno estadounidense (concretamente el gobernador de Massachusetts, Fuller) inmerso en una paranoia desatada por la revolución rusa de 1917 y por los atentados anarquistas contra personas como Rockefeller y contra el fiscal general Alexander Mitchell Palmer, pretendía dar un escarmiento a los izquierdistas.

 

Esos atentados, que Palmer relacionó directa e inmediatamente a los anarquistas italianos (sin que esa vinculación pudiera ser probada) desata en Boston un régimen de terror contra los inmigrantes italianos, muchos de ellos buscan asilo desesperadamente en la embajada del Reino de Italia, y, especialmente contra los sindicatos de estos trabajadores. Andrea Salsedo, dirigente sindicalista, es detenido: se encuentra su cuerpo destrozado sobre el asfalto después de caer desde las dependencias de la comisaría. Razón por la cual, el zapatero Nicola Sacco y el pescadero Bartolomeo Vanzetti deciden no salir de sus casas desarmados; pero la mala suerte quiso que, durante un registro aleatorio de la policía, fueran arrestados por tenencias de armas, y en la comisaría, un "sagaz" inspector lo relacionó inmediatamente con un atraco a mano armada con asesinato que tuvo lugar pocos días antes cerca de allí. El mundo entero imploró por su inocencia, mientras la defensa acusaba de manipulación de pruebas a la fiscalía y aseguraba conocer la identidad de los atracadores. Para Sacco y Vanzetti no hubo clemencia, mientras las voces de protesta se multiplicaban por todo el mundo, e incluso alguna prensa conservadora de Estados Unidos abogaba por su amnistía. Las figuras de ambos se convirtieron en un símbolo, en mártires de la clase obrera. Años después, el gran Woody Guthrie les dedicaría una serie de canciones; ésta es una de ellas, en la que reivindica la honestidad y la inocencia de los dos sindicalistas:

Two good men

Say, there, did you hear the news?
Sacco worked at trimmin' shoes;
Vanzetti was a peddlin' man,
Pushed his fish cart with his hand.

Two good men a long time gone,
Two good men a long time gone,
Sacco an' Vanzetti are gone,
Two good men a long time gone (Left me here to sing this song).

Sacco's born across the sea,
Somewhere over in Italy;
Vanzetti born of parents fine,
Drank the best Italian wine.

Sacco sailed the sea one day,
Landed up in the Boston Bay.
Vanzetti sailed the ocean blue,
An' landed up in Boston, too.

Sacco's wife three children had;
Sacco was a family man.
Vanzetti was a dreamin' man,
His book was always in his hands.

Sacco earned his bread and butter
Bein' the factory's best shoe cutter.
Vanzetti spoke both day and night,
Told the workers how to fight.

I'll tell you if you ask me
'Bout this payroll robbery.
Two clerks was killed by the shoe fact'ry,
On the streets in South Braintree.

Judge Thayer told his friends around
That he had cut the radicals down.
"Anarchist bastard" was the name
Judge Thayer called these two good men.

I'll tell you the prosecutor's name,
Katzman, Adams, Williams, Kane.
The Judge and lawyers strutted down,
They done more tricks than circus clowns.

Vanzetti docked in nineteen eight;
Slept along the dirty street,
Told the workers "Organize,"
And on the 'lectric chair he dies.

All you people ought to be like me,
And work like Sacco and Vanzetti,
And everyday find ways to fight
On the union side for the workers' rights.

Well, I ain't got time to tell this tale,
The dicks and bulls are on my trail.
But I'll remember these two good men
That died to show me how to live.

All you people in Suassos Lane,
Sing this song and sing it plain.
All you folks that's comin' along,
Jump in with me and sing this song.

Texto recogido de: http://www.antiwarsongs.org/canzone.php?id=3409&lang=it

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Dos hombres buenos

Dime, ahí, ¿oíste las noticias?/ Sacco trabajaba remendando zapatos; Vanzetti era un vendedor ambulante,/ empujaba su carrito de pescado con sus manos.// Dos hombres buenos que se fueron hace mucho tiempo.../ Sacco y Vanzetti se han ido/ Dos hombres buenos que se fueron hace mucho tiempo (dejadme cantaros esta canción)// Sacco nació en el mar,/ en algún sitio por Italia;/ Vanzetti nació de buenos padres,/ bebió el mejor vino italiano.// Sacco navegó por el mar un día,/ desembarcó en la bahía de Boston./ Vanzetti navegó por el azul océano,/ y también desembarcó en Boston.// La mujer de Sacco tres hijos tuvo;/ Sacco fue un hombre familiar./ Vanzetti era un soñador,/ su libro siempre estaba en sus manos.// Sacco se ganó su pan y su mantequilla/ siendo el mejor recortador de zapatos de la fábrica./ Vanzetti hablaba tanto de día como de noche,/ le dijo a los obreros cómo luchar.// Te hablaré si me preguntas/ sobre ese robo de nóminas./ Dos empleados fueron asesinados cerca de la fábrica de zapatos,/ en las calles de South Braintree.// El juez Thayer le dijo a sus amigos/ que tenía que talar a los radicales./ "Cabrones anarquistas" fue el nombre/ con el que el juez Thayer llamó a estos dos hombres buenos.// Te diré el nombre de los acusadores,/ Katzman, Adams, Williams, Kane./ El juez y los abogados desfilaron,/ hicieron más trucos que los payasos del circo.// Vanzetti arribó en 1908;/ durmió por las sucias calles,/ les dijo a los trabajadores "Sindicaos"",/ y en la silla eléctrica muere.// Todos vosotros, gente, tenéis que ser como yo,/ y trabajar como Sacco y Vanzetti,/ y encontrar cada día maneras de luchar/ en el lado de la unión por los derechos de los trabajadores.//  Bueno, no tengo tiempo de contar esta historia,/ los polis y los matones me siguen la pista./ Pero yo recordaré a estos dos hombres buenos/ que murieron para mostrarme como vivir.// Toda la gente de la calle Suassos,/ cantad esta canción y cantadla con franqueza./ Todos vosotros, amigos, que estáis viniendo/ venid rápido y cantad esta canción.

En nuestra página amiga y hermana, Canzoni contro la guerra, hay una buena recopilación de canciones dedicadas a Sacco y Vanzetti

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Fuente: La Zamarra de Gustavo