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16 de septiembre /La muerte de Víctor Jara |
Cultura - Música |
Escrito por Paco Arenas / UCR |
Jueves, 12 de Septiembre de 2013 05:38 |
"Yo no canto por cantar ni por tener buena voz, canto porque la guitarra tiene sentido y razón". (Víctor Jara) Mis primeros recuerdos de Víctor Jara se remontan a mis catorce o quince años, es más fácil que fusen los catorce y que posiblemente hubiese pasado ya casi un año de su asesinato, yo trabajaba en el hotel donde se alojaba un matrimonio compuesto por un sueco y una chilena, en el bar del hotel, una tarde tenía puesta música de Julio Iglesias, a mi me gustaba Serrat, pero, ordenes son ordenes, era media tarde y el bar estaba solitario, la chilena me paso un disco.
De nuevo volvió a sonar Julio Iglesias. Por entonces no comprendí las consecuencias o problemas que podían llegar a causar una canción, a pesar de que yo ya andaba algo politizado, en mi casa desde siempre se había escuchado Radio España Independiente y Radio Francia Internacional, pero no dejaba de ser un niño que ya llevaba años trabajando. Años después, al comienzo de la "presunta transición a la democracia", en un mitin del PCE, sonó la canción "A desalambrar", me acerque a un tenderete, y junto a chapas, carteles de Salvador Allende había una colección de tres casetes de Víctor Jara, me rebusque el importe en mis menguados bolsillos de adolescente y los compre, entonces ya comprendía sobradamente lo que significaba Víctor Jara y su música. Tras la muerte de Allende , los militares apuntan un cañón contra la universidad y disparan a la rectoría. No hay resistencia: estaban desarmados. Destrozan puertas y cerrojos y toman prisioneros a los 600 que encontraban allí, Víctor Jara entre ellos. Víctor Jara fue salvajemente torturado antes de ser asesinado por los golpistas chilenos un 16 de septiembre de 1973. Los militares no perdieron el tiempo, El Estadio Chile, se fue llenando de estudiantes, profesores con las manos entrelazadas en la nuca fueron llenando el Estadio, eran quienes habían resistido en la universidad en defensa de legitimo Gobierno de Chile, esto ocurría el día 12 de septiembre, 4 días después Víctor Jara era asesinado. -¡A ese hijo de puta me lo traen para acá! -¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda! -gritó el oficial. Le golpearon una y otra vez con violencia criminal, patadas, puñetazos, culatazos, él no perdía la compostura, incluso sonreía, lo cual provocaba más al criminal uniformado, que sacó la pistola, todos pensaron que lo iba a matar delante de todos, pero no, le golpeo con la pistola hasta destrozarle el rostro, cuando el hijo de su madre, se cansó de golpear a cantante ordeno que lo llevasen y lo matasen si se movía, jugaron a la ruleta rusa antes de asesinarlo. Militante comunista, Jara defendió a la Unidad Popular con su guitarra, hizo canciones de protesta, pero sus obras mayores, aquellas más sencillas e imperecederas, son las que brotan desde la tierra y de la pobreza de las barriadas periféricas de Santiago, las fuentes de su saber. Víctor creía que "la mejor escuela para el canto es la vida", recuerda su viuda, Joan Turner, en Un canto trunco, las memorias de Jara. Nombrado embajador cultural por Allende, prefería compadrear en una peña popular a los cócteles de diplomáticos. Víctor nació campesino, desde niño ayudaba en las labores agrícolas a su padres, al mismo tiempo tuvo la gran suerte de que su madre tocaba la guitarra y cantaba, influenciando en el joven Víctor para que se interesase por la música, con 15 años trabajaba en una ebanistería, la muerte de su madre provoco en él una búsqueda interior, terminando en un seminario, en el cual permaneció dos años. Fue autor teatral de éxito, cantautor, fue una persona comprometida, con sus raíces y con su pueblo, participó activamente en la campaña de Unidad Popular de Salvador Allende, a petición de Neruda. Asesinaron su cuerpo con 44 balas asesinas, pero su voz continuara siempre viva, será, es un referente de lucha de los oprimidos. Dónde derramo su sangre ayer, hoy lleva su nombre: Estadio Víctor Jara. Su último poema, escrito con sus manos destrozadas por los golpes asesinos: Somos cinco mil aquí Seis de los nuestros se perdieron
Pero de pronto me golpea la conciencia
Yo pregunto a los presentes Yo pregunto si en la tierra A desalambrar, a desalambrar! Si molesto con mi canto A desalambrar, a desalambrar!
------------------------- Artículo también publicado en la web del autor: España por la República |