Lo mismo que no debería haber ningún niño sin juguetes, a ningún niño debería faltarle un cuento, una historia para repetir hasta aprenderla de memoria, un personaje con el que identificarse, una fantasía para soñar después. El mejor de los sueños es el que tiene a Las Mil y Una Noches debajo de la almohada. En los libros está todo, como ya estaba todo antes en las historias contadas por los abuelos, y los abuelos de los abuelos. La historia de la literatura comienza en una gruta cuando alguien dibuja y pinta lo que ha visto durante el día.

El 2 de abril es, desde 1967, el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. La fecha coincide con el aniversario del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen (1805-1875) autor de cuentos que, desde hace más de un siglo, leen y conocen de memoria niños de los cinco continentes, como La Sirenita, El traje nuevo del emperador, El patito feo y El soldadito de plomo.

La organización internacional para el libro juvenil (IBBY), promotora de la celebración del Día desde sus orígenes (representada aquí por la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil, OEPLI), elige anualmente el país que se encarga de elaborar el cartel y enviar un mensaje a todos los niños del mundo: este año el país es Estonia, el autor del poster se llama Jüri Mildeberg y la escritora Aino Pervik se ha encargado de escribir el mensaje.

"Cuando Arno llegó a la escuela con su padre, las clases ya habían comenzado –comienza Pervik-. En mi país, Estonia, todo el mundo conoce esta frase de memoria. Así comienza un libro. El título es "Primavera", se publicó en 1912 y lo escribió Oskar Luts. Primavera narra la vida de los niños de una escuela rural de finales del siglo XIX en Estonia. ..Arno es, en realidad, el mismo Oskar en su niñez"

El texto de Pervik, que cuenta en su obra con 47 libros para niños,  habla de la literatura de su país,  pero también de los protagonistas infantiles en la obra de dos de los mejores escritores en lengua inglesa. Charles Dickens (Oliver Twist y David Copperfield) y Mark Twain (Tom Sawyer y Hucckleberry Finn). En todos los casos, Aino Pervik se refiere a la literatura como una forma de descubrir la vida de esos "chicos de novela" que, en la mayoría de los casos, respondía a muchas de las vivencias del propio autor. "A la conmemoración se suman asociaciones, bilbiotecas, centros comerciales y librerías.

Hans Christian Andersen nació en Odense, una pequeña ciudad de la isla danesa de Fyn, hijo de un zapetero remendón y una lavandera. A pesar de la pobreza, el escritor siempre recordó su infancia como una etapa feliz, en la que disfrutó mucho escuchando los cuentos de su padre que llegó incluso a construirle un teatro en el que el niño representaba obras con personajes recortados en papel. En su memoria, la IBBY concede cada dos años, desde 1956, el premio de literatura infantil que lleva el nombre del escritor danés,  lo que la OEPLI secunda con el Premio Lazarillo, en las dos vertientes de álbum ilustrado y creación literaria, que se entrega cada año en el mes de diciembre.

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Fuente: http://www.lavozdelacalle.es/noticia/378/Cultura/había-vez-cuento.html