Arturo Ui-Hitler resultado de la corrupción Imprimir
Cultura - Cultura / Teatro
Escrito por Ramón Pedregal Casanova / UCR   
Martes, 16 de Diciembre de 2014 05:18

Bertolt Brecht (1898-1956) dijo: “Cuando el delito se multiplica nadie quiere verlo”. En España ha sucedido eso mismo con la corrupción, y la corrupción trae la impermeabilidad, y la impermeabilidad trae la negación de derechos, las prohibiciones, el servilismo, y el aumento constante de la falta de ética política y social: para Bertolt Brecht la corrupción conducía al nazismo, era la opción del mundo financiero y del gran capital ante la crisis económica que genera su sistema especulativo y su modo de producción contra la mayoría.

 

Bertolt Brecht sacaba del lado oscuro a los causantes de los crímenes sociales y a sus ejecutores, y los desnudaba ante el mundo con paradojas y burlas dejando que la gente viese su carácter antisocial, sus contradicciones, su hipocresía, su nula humanidad. Para Bertolt Brecht la verdad era el sujeto principal de toda lucha, y debía dar su fruto en el enfrentamiento cotidiano e histórico entre las clases sociales o entre los individuos. Cuando nadie quiere ver el delito, cuando nadie se rebela, cuando aceptamos la resta de derechos, es que el miedo a salirse de la norma instituida y la corrupción son ideas y prácticas que cierran el paso a la justicia social, entonces es cuando el sistema capitalista ha sido modelado con los materiales provenientes del nazismo.

Bertolt Brecht escribe “La evitable (“irresistible” según otra traducción) ascensión de Arturo UI” en forma de parábola, una burla cargada de acidez sobre Hitler y el nazismo; en su representación, ha dejado escrito Brecht, debe ir “lo cómico acompañando a lo horrible”, con la intención de mostrar, en la distancia de la invención fantasiosa, la esencia criminal del nazismo, la manera en cómo ascendió al gobierno de Alemania con el impulso de la burguesía, y la satisfacción y conformidad de ésta ante lo que los nazis iban disponiendo. La obra es una gran burla, una ridiculización para desmitificar a quienes ostentan el poder desde la criminalidad política. De este modo el nazismo y la mafia financiera quedan unidos.

En “La evitable ascensión de Arturo Ui” la corrupción es el punto de apoyo de la fuerza burguesa para seguir acaparando el poder en medio de la crisis capitalista, y es el medio, la corrupción, para que su ideario de última opción se lleve a cabo, el nazismo, y resultando su protector ante la necesaria transformación social.

Corrompen para prostituir, para rebajar, para desvirtuar. Ese momento histórico extremo es el del desequilibrio social más bárbaro.

En “La evitable ascensión de Arturo Ui”, “el trust de las coliflores”, que es el nombre que Brecht da a los traficante financieros, se pone bajo la protección violenta de una banda de mafiosos para proteger sus intereses. La criminalidad de la mafia y de los nazis parte del fanatismo, tal y como declaraba vanagloriándose Hitler: “Yo he fanatizado a las masas para convertirlas en dócil instrumento de mi voluntad. En un acto de masas hay que eliminar la razón”; y Brecht manifestaba que el dogmatismo en la gente es propio de ignorantes. Como gran experimentador se fijaba en los clásicos, y, a este respecto, hace un guiño a Shakespeare cuando el tal Ui-Hitler recita lo que el clásico hace decir a Marco Antonio en “Julio Cesar”, que para cautivar a las masas hay que mover las emociones. De ahí también que Brecht siempre expusiese la razón como la herramienta más adecuada para denunciar al nazismo, y no se dejase conducir por la clásica “entrega emocional” en sus obras. Pero también deja entrar otros reflejos de Shakespeare cuando, como en Hamlet, a Ui se le aparecen los espectros de aquellos que ha asesinado, o en la escena XIII el paralelismo que existe con lo sucedido en Ricardo III, 1ª parte, 2.

En la teoría de Brecht resalta la no identificación de los espectadores, por lo que abandona a Aristóteles, que buscaba lo subjetivo como ejemplo de carácter, pero, además, elimina lo conocido, lo previsible, lo esperable, lo que advierte, elimina la asociación de ideas, para trabajar con las contradicciones y provocar el asombro. Con esta parábola consigue que descubramos sin advertencias de nadie.

La obra se desarrolla en verso para aumentar el efecto de burla sobre las acciones de estos criminales, tanto ejecutores como financieros. Pero no solo la forma literaria debe ser contradictoria, Brecht indicaba que todo lo que apareciese en el escenario debía contener ese aire, para lo cual se mantendrá lo que se denomina “el gran estilo”, todo lo que aparece en el escenario debe aparentar la grandilocuencia del teatro isabelino, en el que se empleaba también el verso. A esto debe acompañar una “música estridente, de carrusel o de circo”, de este modo la ridiculización no escapa a nadie. El montaje en esas condiciones, declara Bertolt Brecht, busca la diversión de quien lo contempla, pero también que termine congelándosele en la garganta. Las estridencias nos hablan de lo destructivo del nazismo y del peligro social que contiene, para el caso de que los financieros quieran alentarlo poniendo las condiciones.

En cada escena indica la necesidad mostrar por el medio adecuado, un cartel, un anuncio luminoso, u otro elemento que advierta el acontecimiento histórico paralelo de los nazis con lo van a representar por los actores.

Bertolt Brecht escribe “La evitable ascensión de Arturo Ui” en Helsinki, Finlandia, en 1941, donde se ha podido exiliar escapando de los nazis, mientras espera la documentación para viajar a EEUU, país en el que sitúa la acción, con el papel de gangsters simbolizando a los nazis, esperando que el público los reconociese. Brecht indicaba que para la representación de su obra debían aparecer los vínculos del gran capital con las mafias de cada lugar, para que se comprendiese cómo estas ocupan los gobiernos capitalistas.

La obra no se representó hasta 1958, y su traducción al inglés no se hizo hasta entrada la década de 1960.

Hace tan solo unos días, los gobiernos de EEUU, con Obama al frente, de Canadá y el gobierno de Ucrania, se negaron a condenar el nazismo en Naciones Unidas. Debemos sacar conclusiones. Pero también los gobiernos europeos participaban del ideario: se abstuvieron en la votación. La equidistancia es otra forma de apoyo, en este caso al régimen terrorista que se denominó “nazi”, y que hoy adquiere trajes nuevos. Los gobiernos dirigidos por la gran burguesía financiera se han pronunciado: el nazismo no es condenable. Los pueblos apenas han pestañeado, no están alerta, no conocen la corrupción mundial, España esta sirviendo de laboratorio; la tergiversación del lenguaje, España; la eliminación de la ética, España; los acuerdos de paz social para la dominación social, política, económica, España; y la preparación para la guerra, España con el escudo antimisiles, en la OTAN, con las bases estadounidenses; los pueblos no advierten por qué estos gobiernos encabezados por EEUU no condenan el nazismo. Bertol Brecht nos advierte: “Cuando el delito se multiplica nadie quiere verlo.”

Título: La evitable ascensión de Arturo Ui. (En Teatro completo)
Autor: Bertolt Brecht.
Editorial: Cátedra.

 

Ramón Pedregal Casanova. Autor de “Dietario de crisis”, lo encuentras en Libros libres, de rebelion.org; y es autor de “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”, edita Fundación domingo Malagón.